sábado, noviembre 01, 2008

La monarquía, en mi opinión.


Partiendo de la base que nada he escuchado en estos días sobre la reina y su libro tan bien hilvanado como el artículo de nuestro amigo Limia. Y como de opinar se trata. Opino que esto de lo que opina o no opina Sofía sobre los matrimonios entre homosexuales no tiene, en mi opinión, ningún interés informativo. Vamos, que me la refanfinfla.

Otra cosa es la estadística; si mucha gente pensara como Sofía, entonces sería una involución de la especie. Cosa que no creo pase.

Pero si lo que se cuestiona es la monarquía, sí creo conveniente participar del debate, entre otras cosas, porque yo también la pago.

Creo que si el monarca no puede usar su opinión entonces... ¿Para que vale? ¿Qué hace? ¿Representarme? Sinceramente prefiero que me represente alguien que pueda dar su opinión, debatir, enseñar, discutir, defender un pensamiento. Alguien que pueda darme y quitarme la razón. A mi, y a los que utilizan el poder.

Cuando la Guerra de Irak pensaba si un Rey no tenía autoridad para condenar las matanzas de civiles -algunas aun continúan- y mandar a callar a los malditos aviones que masacraban las noches de Bagdad. Y a Jose Mari cuando tanto aseguró lo de las putas armas de destrucción masiva. -¡Que te calles Bush! ¡Que se callen tus verdugos!.

Pero el monarca no tuvo opinión, o no la dijo. ¿Importa el matiz?
¿De que valen las opiniones si no se sacan al sol?

Y no me cae mal él y su marketing, tiene buen plante vestido con el uniforme caqui. ¿Y su sonrisa bonachona? Si me lo encuentro algún día nos tomamos un vinito, si él quiere.

¿Pero no disfrutaría más jugando al dominó en una tasquita y luego, por la tarde, paseando de la mano de sus nietos y de la abuela?
¿No sería igualmente feliz vendiendo higos chumbos en un mercado de un pueblo como un ciudadano más?
¿No sería mejor para nuestra democracia un jefe de estado que tuviera una opinión opinable y que fuera un ciudadano elegido por los ciudadanos?

Si lo mejor es que nuestro jefe sea el más sabio. ¿Cómo podemos dejar esta empresa al capricho azaroso de los cromosomas borbónicos?

Y ya de paso, ¿No podríamos poner un hospital flotante en el Fortuna y mandarlo cargadito de vacunas allí donde los mosquitos tienen más peligro que los miuras?
¡Ay! Ya salió el comunista loco que llevo dentro.

Etiquetas:

3 comentarios:

Blogger José Manuel Martínez Limia ha dicho...

Densa la entrada. Me temo que no podré ser breve.

Por orden de aparición: tampoco creo yo que estar en desacuerdo con el hecho de que la unión entre homosexuales no se llame matrimonio, estar en contra del aborto y de la eutanasia sea una involución de la especie. Estamos hablando de una señora de 70 años católica practicante y reina. No queramos que piense como Leo Bassi. Atentos, porque como dice Leonardo la escritora tampoco es un "alma inocente".

Sobre la posibilidad de pensar/decir lo que se piensa se produce una anomalía curiosa. En primer lugar debería decir que a los de la Nueva Inquisición muchas veces les gustaría que ni siquiera se pensase libremente o diferente de ellos (lo que pasa es que, de momento, no pueden evitarlo). Parece que existe acuerdo en que Sofía puede pensar lo que quiera pero no decirlo, éste parece ser un argumento extendido y que defiende, por ejemplo, Álvaro en su comentario. Yo creo que para probar la validez de un argumento siempre debe extenderse hasta el infinito y ver cómo funciona entonces. Si extiendo éste, se me parece mucho a una dictadura: ¡¡ustedes piensen lo que quieran pero piénsenlo en sus sueños, no voten, no lo digan, no se manifiesten!!, ... Lo que no quiero para mí no debo quererlo para ninguna otra persona del mundo. ¡¡¡Para ninguna!!!. Estoy completamente de acuerdo con Aureliano y no podría expresarlo mejor: "si el monarca no puede usar su opinión entonces ... ¿Para qué vale?". Si todos estamos contra la guerra pero nadie lo dice ¿de qué sirve?. Si esto debe ser así, reitero, es una razón de peso para estar contra la monarquía. Y, por supuesto, me parece otro efecto perverso de lo "políticamente correcto".

En cuanto a la historia de Sofía que apunta Leonardo, creo que alguien dijo alguna vez que lo malo es que todos tenemos una historia (y sino lo digo yo ahora). Analizada la de cada uno de nosotros con lupa ya veríamos que cosas salían a la luz. Ahora bien, reconozco que hay diferencias de grado. Yo nunca perdonaré completamente a quienes apoyaron alguna vez la violencia, la tortura (esto, desde luego, nunca) y la muerte. Pero, entonces, deberíamos juzgar a la misma luz a mucha más gente, por ejemplo a una persona que ahora mismo es casi un semi-dios para los españoles: Adolfo Suárez. Por no hablar de gente más cercana que pasea entre nosotros.

La "eficiencia" o no de la monarquía como productora de democracia y progreso sería un debate interesante. En la lista de países más democráticos y desarrollados del mundo existen tantas monarquías como repúblicas, por arriba y por abajo: se me ocurren ahora mismo, por ejemplo, Dinamarca y la República Popular de China. Y por lo que respecta al nivel de vida real y mediático (cuché) quizás Sarkosi o Berlusconi sean dos ejemplos peores que Juan Carlos y Sofía.

En cuanto a lo del "Fortuna", no me cabe ninguna duda de dónde estaría mejor, pero también estarían allí mejor el 10% de todos mis impuestos y tampoco lo están.

Y por último Aureliano, si me estás pidiendo matrimonio deberías primero regalarme algún anillo, y después veríamos como solventar nuestras situaciones personales.

1 de noviembre de 2008, 8:47  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Gracias por tu comentario Limia.

Sólo aclarar que creo una involución de la especie si la inmensa mayoría pensara que la unión de dos personas no se puede llamar como a esas dos personas les de la gana.

Sobre los demás temas, o sobre todos, coincido con tu forma de pensar.

Ah... y de matrimonio nada, en todo caso unión temporal de empresas.
Vamos, si a los nuevos inquisidores le gusta el nombre.

2 de noviembre de 2008, 19:23  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Absolutamente deacuerdo con tu entrada. Si no puede hablar ¿para que sirve la monarquía? La monarquía que no sirve para nada se sirve de todos.

P.D. No consigo resolver tu adivinanza.

3 de noviembre de 2008, 13:11  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio