sábado, septiembre 27, 2008

Carnes de Verdeo.

Cuando en el corral afinen los gallos, tómate una “tostá” de manteca “colorá” en Perico Alanís. (Hay que escribirlo a la fuerza así, pues una “tostada de manteca colorada” es otra cosa). Esa poción, sobre su bollo, receta antigua de druidas, entrará en tu cuerpo, y del estómago a tus venas, para revolverte el genio y la figura.

Luego, cogerás tu Gimson roja con su corta luz naranja y sus poquitos papeles, y tu macaco a la bandolera camino de Trujillo, aun el fresco húmedo de la noche que despierta.

Allí estará la escalera, herencia del abuelo que tan grande fue y tan poco tuvo. Y subirás al pimpollo de los diamantes verdes, para que caigan melodiosos al fondo del esparto. Y verás apagarse los planetas, y nacer un nuevo Sol.

No te vayas de la vida sin probar ciertos placeres. Al menos que algún día escuches al manigero gritar que ya llegó la hora. Para, sentado sobre una sereta, darle buena cuenta a un chorizo del pueblo y a un trago de vino.

Y la cuadrilla le pegará una ruidosa “zorrastrá” a un tímido jornalero que derribó, sin querer, el cántaro. El pobre... la que le ha caído.

Después, volverás a peinar las fardas y pensarás en el sacrificio, en la repetición de los destinos de tantos seres, trabajando para merecer el pan que tragan, las risas que beben.

Y te escocerá el sudor en los ojos, y se agarrará una punzada, sin lástima, a tus riñones. Y seguirás con el baile de tus manos, hasta dar de mano con el cuello hecho pescuezo.

Y cuando el remolque parta, viajero en el camino, pensarás:

¿A dónde vais, aceitunas verdes?.
Hijas de sol, fatiga y lluvia.
De viejos olivos que viven siempre.

Va por todos ustedes, carnes de verdeo.

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5 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Lo de "Carnes de Verdeo", por alejamiento político y social, no me dice gran cosa, entre otros motivos por no saber todo el alcance que tiene, desde un punto de vista sociologico, el verdeo. Sin embargo he aparecido,por casualidad, en un post tuyo de enero referido a la fuente de los Caños y el poco caudal de la actual fuente. Te preguntas si es el cambio climático o la construcción... ¿sabes que hay 500.000 pozos ilegales en España? ese y no otro es el verdadero motivo de la sequía de las fuentes. ¿Sabes como esta el tema de las Tablas de Daimiel, no? pues por lo mismo, por la esquilmación de los acuiferos de toda España. ¿podemos poner remedio?

28 de septiembre de 2008, 18:14  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Quiero expresarte mi enhorabuena por lo bien que recoges los momentos y sentiminentos del verdeo. Aun recuerdo esas mañanas en Perico Alanis con las prisas de que ya pronto se ve, llegar corriendo a tu escalera, si hace frio pega una candela... en fin buenos recuerdos que recoges muy bien. Creo que hay que ir a verdear para entender tu articulo.Sigue asi.

29 de septiembre de 2008, 7:58  
Blogger ALVARO ARIAS ha dicho...

Esta vez te has superado, Aureliano. Creo que ni los más grandes poetas describieron con tanta belleza el verdeo.

Darte la enhorabuena ya suena a rutina, pero las gracias siempre habrá que dartelas -aunque también sean reiterativas- por detenernos de vez en cuando en nuestro ritmo vertiginoso de vida a contemplar estas escenas auténticas de la Gerena que amamos.

30 de septiembre de 2008, 17:01  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Buenos comentarios los que me dejáis. Muchas veces son el empujón que a uno le hace falta para crear la entrada siguiente.

Al amigo anónimo primero quiero decirle que tiene toda la razón, pero no la única. Pues si bien es cierto que los acuíferos están sobre explotados, también es cierto que si mañana Gerena se pareciera a Nueva York, y justo en el centro siguiera la Fuente de los Caños, dudo mucho que mantuviera su agua romana, y sus cañerías de argamasa. Lo dudo. Además me da en el olfato que el agua de las Fuente de los Caños debe venir de un lugar más alto que la propia fuente, y que ese lugar debe ser al norte de Gerena, precisamente dónde el urbanismo más se recreó. Todo son suposiciones, no tengo pruebas.

Además, el desierto avanza, los árboles desaparecen, la erosión se lleva la tierra fértil. Todo eso también influye. Pero te doy la razón las fuentes dejan de echar agua porque se saca más agua de la que entra.

El remedio: Consumir menos. Una sociedad distinta.


Al segundo amigo anónimo saludarle, y animarle a que un día también escriba algo, pues de las pocas palabras que pone, se denota que echa de menos las cosas que le hicieron persona, y le pasa como a mi, que cuando leo o escribo me reencuentro con mi pasado. Escribe y mándame un trocito, lo publico en tu nombre. No nos dejes con las ganas.


Por último comentarte amigo Álvaro, que me alegra especialmente recibir una felicitación tuya, pues admiro la calidad de tus escritos, y tu profesionalidad, y si tú me felicitas me crece aun más el ego. Y mira, eso le gusta a cualquiera, también a mi.

Me alegro de haber dado en el clavo.
Lo mismo ya no se repite más.

1 de octubre de 2008, 23:51  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Creo que la sencillez y lo real de tus escritos es lo que lo hacen bellos, sigue así porque lo que aqui escribes tiene un valor incalculable, gracias aureliano.

2 de octubre de 2008, 13:57  

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