viernes, junio 25, 2010

Calderillas



- Dame "argo".

- Toma mi mano.

-Bueno... ¿no tendrías un eurillo para un bocadillo?

-No puedo; ando escaso de dignidad.






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6 comentarios:

Anonymous José Juan del Valle Ramírez. ha dicho...

Salud a tod@s.

La dignidad es incuestionable, pero que sabe nadie de bolsillos ajenos, o de lo sometido o limitado que pueda estar una persona a la hora de aflojar unas monedas. Otro asunto es el dilema ético que se puede plantear a la hora de dar limosna.

Saludos Aureliano.

25 de junio de 2010, 11:42  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Coincido contigo amigo José Juán.

He tratado de expresar con mis cuatro palabras varias ideas, por ejemplo:

¿De qué vale ofrecer la mano si no se lucha contra el sistema, si no se actua?

¿Qué dignidad nos queda cuando convivimos/permitimos tanta desigualdad?


Un saludo.

25 de junio de 2010, 15:39  
Blogger La sonrisa de Hiperion ha dicho...

Lo que son las tradiciones, verdad?


Saludos y un abrazo.

26 de junio de 2010, 11:31  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¿Y que me dices de la foto que ilustra tu comentario?
En cuanto al fondo: siempre he pensado que las limosnas no sirven de nada. No sirven para cambiar nada ni para mejorar nada, solo para perpetuar una situación.

27 de junio de 2010, 18:37  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Querido Jordi; la foto te sonará pues es de cuando tú hacías para mí, y para mi Santa, nada menos que de cicerón de Barcelona. Preciosa Barcelona; el barrio antiguo, las Sagrada Familia, la Rambla... poco tiempo para tanto que ver, pero qué suerte tuvimos con tu compañía.

Hablando de fondos; el fondo de la foto tiene un edificio religioso; todo un símbolo si se habla de arquitectura, de Historia, de esperanzas... también si hablamos de limosnas; la Iglesia siempre ha gustado da pregonar sus limosnas, pero se ha quedado corta, demasiado, en temas como el reparto de las riquezas. Ha criticado poco a los “mal aventurados”. Pero bueno, no sólo la Iglesia, también creo que todos somos responsables de esta situación, unos más otros menos, pocos hacen algo.

Un abrazo enorme para toda la familia.

27 de junio de 2010, 19:28  
Blogger Pelayo ha dicho...

¿De qué vale ofrecer la mano si no se lucha contra el sistema, si no se actua? - has preguntado. Y yo te contesto que no sirve de nada. Sirve solo para lavarse un poco el alma.
¿Qué dignidad nos queda cuando convivimos/permitimos tanta desigualdad? - has preguntado. Y yo te contesto que ninguna.
Ya conocias las respuestas ¿verdad?... y creo que tristemente coincidimos en ellas.

Una abrazo amigo

29 de junio de 2010, 19:01  

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