lunes, noviembre 01, 2010

La tela es eso


Ya está dicho, lo tienen claro, lo dicen claro: “La Gerena del tractor no vale: mejor la de la locomotora”. Y me pregunto yo si a esa locomotora le importa Gerena un carajo.

Claro está que a ese tren le interesan las matemáticas: multiplicar; de por sí es poco imaginativo; multiplicación de lo que ya hay: casas, casas, casas.

Alguna explicación habrá -digo yo-: la fecundidad del personal podría compararse a la de una gomia de conejos salidos, pero no; se hacen casas para venderlas, para ganar dinero, para que la gente venga a vivir aquí; la gente que vendrá si esto es más barato, sólo será cosa de precios, y tanta gente vendrá, que esto se acabará pareciendo al lugar de donde viene la gente.

¡Vengan! ¡Vengan! ¡Más barato a sólo un rato!
¡Vengan! ¡Compren! ¡Urbanizaciones que no falten!

Todo es lícito, todo está en regla; unos se enteran que allí se podrá construir, tienen posibles, y compran tierra. Luego los políticos dan el pistoletazo de salida: ¡adelante, que empiece la quimera del oro! Y vendrá el promotor, -si la tajada se la come uno sólo mejor que dos- y se comprometerá a hacer cosas -que luego no hará-, a construir cosas buenas, grandes cosas, para todos, para nosotros...; el promotor, el gran benefactor; ¡ No lo duden!: ¡Pongan un promotor en su vida!


Promotor, prometer; prometer es fácil, es cuestión de tripas; si las tripas aguantan la promesas no dan ardores. Y los bancos abrirán la mano -ay los bancos-, qué buenos son los bancos, buenos amigos, los más rápidos en zanjar disputas, especialistas en la puñalada trapera sin anestesia. Ya está el sofrito preparado amigos; todos los ingredientes listos para comenzar la obra. El desarrollo llenará los ojos; la panacea. Y el aire soplará unos años al son de la burbuja.

Pero que nadie se engañe, que no nos engañen; un pueblo no puede depender de la venta de suelo y de la proliferación de casas para subsistir. Eso es para un pueblo sin futuro, pues el suelo es finito; pan para hoy, cemento y nada para mañana.

En un pueblo el tamaño sí importa; basta darse una vuelta por el Aljarafe sevillano. La gran capital fagocitando a todos los pueblos, y ya nada queda que no sea Sevilla, adosados, pareados, el Ikea, los Macdonales, comercios llenos de coches.

Gerena; trozo de tela puesta en venta. Tela por vender y por cortar; manoseada y amancillada. Tierra mal querida. Cuestión de precio; oferta, demanda, negocio... La tela se vende y se compra. La tela es eso: materia; la tela no tiene corazón.






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5 comentarios:

Anonymous José Juan del Valle Ramírez. ha dicho...

Salud a tod@s.

Decia el alcalde que Gerena iba en un tractor y que él la subirá en un tren de alta velocidad. Es curioso como se construyen los discursos intentando impresionar al pueblo, cuando en realidad no sólo está mintiéndole sino además faltándole el respeto.

Esta metáfora del alcalde me recordaba el poema de Machado; "En el camino de la vida van los ricos a caballo, sus siervos van andando y los pobres arrastrando". En Gerena como en tantos pueblos de Andalucia, los tractores y los trenes han significado algo muy distinto a lo que plantea el alcalde. El tractor como el caballo de Machado es símbolo de un poder que en nada representa al conjunto de la población. Es cierto que hoy dia muchos agricultores tienen un tractor para trabajar sus tierras, pero la mayoria de los habitantes de Gerena es que simplemente no tienen tierras. El tren de alta velocidad, como los trenes en general a los andaluces les ha servido para exportarlos como mano de obra barata a tierras lejanas. La mayoria de los andaluces no ha utilizado nunca el AVE y probablemente nunca lo hagan.

Quiero decir con esto que el alcalde tiene una visión distorsionada de la realidad y de la Historia y construye metáforas sobre la base de una idealización sin fundamento. Plantear la construcción y el turismo como modelo de desarrollo, no tiene nada de original o innovador, es el mismo modelo que desarrollo que se viene aplicando desde el franquismo y que su partido en el gobierno de la Junta han seguido aplicando sin ningún pudor, o sin ninguna vergüenza para entendemos mejor.

El desarrollo de Andalucia y sus pueblos sigue estando pendiente de una profunda transformación del campo que pasa por una auténtica reforma agraria y todo lo demás son cuentos chinos de politiquillos mediocres que bailan al son que le tocan.

Saludos.

2 de noviembre de 2010, 9:12  
Blogger José Manuel Martínez Limia ha dicho...

Promotor = prometer y el refrán seguía así, más o menos: prometer hasta meter y una vez metido nada de lo prometido. Simpático para una reunión de jovenzuelos con la bilirrubina revolucionada; patético para la clase política; destructor para Gerena.

Saludos.

2 de noviembre de 2010, 9:18  
Blogger DANI ha dicho...

Que razón tienes. Yo mimo soy una víctima laboral de esos señores de alma pequeña.

Geólogo por convicción, me metí en la construcción casí por amor al arte o por equivocación diría hoy.

Ahora 17 años después, sino este mes será el próximo y sino seguro que en Enero tendré más tiempo para dedicarme a la fotografia.

Un abrazo enorme

2 de noviembre de 2010, 22:23  
Blogger Harry Villegas Pombo ha dicho...

Podría ser irónico o más bien cínico y decir que un PGOU que se publicita en un cartel en el cual aparece un campo de futbol que no existe, una foto de un parque (el de Jardines de Gerena), que cualquier coincidencia entre la foto y su estado acual es pura casualidad, y una urbanización (tambíen la de Jardines de Gerena) que ha sido un auténtico fiasco (rozando la estafa, si no que le pregunten a los vecinos de las fases 10 y 11) no puede augurar nada bueno.

Pero el tema es serio, está en juego el futuro del pueblo que queremos. Quien vea que el futuro de Gerena debe de ser la de convertirse en una ciudad dormitorio, no es que sea ciego sino un completo analfabeto ilustrado.

Confiar el futuro Gerena en el ladrillo, es decir, en repetir los errores que nos han conducido a esta megacrisis, es tener una o ninguna capacidad de buscar una alternativa para el pueblo

Yo tengo mi propia teoria del porqué se tiene que recurrir al ladrillo y a la especulación inmobiliaria con este PGOU, porqué se condena el futuro de un pueblo: el ayuntamiento de Gerena está al borde de la bancarrota y la única manera de malvivir es volver al ladrillo. Claro esto esto es sólo una teoría o tal vez sea que tenemos un alcalde con alma de constructor pero él no lo sabe.

Ya que no podemos aspirar a vivir de grandes industrias que se instalen en nuestro pueblo, ladrillos o centros de megaocio y negocio, nuestro futuro debe de estar en el verde.

4 de noviembre de 2010, 20:56  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Este servidor, que intenta ser honesto consigo mismo, hace como otros: escribir lo que piensa. Pero esto no es suficiente; lo que se piensa debe tener un sentido, una racionalidad. Sí no, deja de ser algo constructivo y se transforma en dogma.

Se leen verdadera barbaridades por aquí por los “Interneses”. Desde luego tengo suerte, muchos de los comentarios que recibo comparten el principio de decir lo que se piensa y además hacerlo racionalmente. Gracias sinceras a todos. Y especialmente a vosotros cuatro de más arriba.

Hace unos días leía, por ejemplo, que Joaquín Santos empezó a criticar al PSOE porque no le pusieron al Berrocal el nombre de Félix Rodríguez de la Fuente. ¿Se puede ser más simple queriendo o sin querer? No debería siquiera perder el tiempo en hablar de lo absurdo. Lo hago como contraposición a la racionalidad.

Había una vez una Gerena que se movilizaba, que no consentía que se le impusieran las cosas. Que no dejaba llevarse por campañas publicitarias. Que era crítica y no sumisa.

¿Dónde está ese pueblo?

¿Cómo era esa frase?: ¿Entre todos la mataron y ella sola se murió?

4 de noviembre de 2010, 23:38  

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