Precisamente hoy
Me dio la bienvenida como de costumbre; parecía que no nos hubiéramos visto desde hacía años. Todo era felicidad, diversión, alegría.
Después de dar un paseo, me duché, me puse la blusa nueva y vestí la mesa con el mejor mantel. Puse las velas compradas por la mañana en el chino y dos servicios de cubiertos, aquellos eran de los pocos chismes que olvidó llevarse mi ex mujer.
Luego vi el cadáver detrás del sofá. Allí yacía su cuerpo despedazado, alrededor algunas tripas y medio rabo. Repugnante.
¡Qué cabrón, hacer eso con la gata de la vecina, precisamente hoy que me la quería llevar huerto! (Me refiero a la vecina)
Etiquetas: microrrelato.
2 comentarios:
Un poco macabro ¿no?
Una anecdota, jajaja, cosas que pasan en la vida. Te agradezco que comentases en mi blog.
Un saludo
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio