jueves, julio 07, 2011

Y ahora, un oleoducto





Seguro que en un despacho de Madrid, o cuando menos en cualquier parte del vasto mundo, unos señores con corbata y trajes grises de Armani, decidieron que una manera de impulsar los beneficios de su corporación sería la construcción de un oleoducto que acercara el petróleo a los lugares donde más se consumía.

-¿Y nos dejarán pasar por pueblos, campos, sierras y dehesas?- preguntó uno de los presentes.
– Dejen el asunto en mis manos- respondió seguro el relaciones “públicas”.

Es paradójico que sigamos empecinados en el uso de los combustibles fósiles cuando sabemos de sobra que son los responsables del envenenamiento de nuestra atmósfera y de un cambio climático de impredecibles consecuencias. Deberíamos tomarnos en serio este asunto.

Por eso mismo que algunos se toman las cosas en serio, en el Blog Gerena Verde se nos dice que una nueva amenaza se cierne sobre nuestro pueblo. El oleoducto Balboa. Se trata de una tubería gigante por donde circularán millones de toneladas de petróleo, y que va a pasar muy cerca de nuestra localidad. A pocos kilómetros. Sin duda el asunto merece una importante reflexión, pero sobre todo lo que se necesita de forma urgente es más información. Alguien dijo que la información nos hace libres, nada más cierto; sin ella no somos más que ovejas tristes que van y vienen al capricho de su pastor, quien también les corta la lana. Así que Joaquín vuelve a poner el dedo en la llaga, tantas veces abierta por cierto; se ha documentado y nos informa de un proyecto que puede afectarnos de manera seria, y que atentará a nuestro medio natural, que es en definitiva la mayor riqueza que podemos legar a las generaciones venideras, y además nuestra mayor responsabilidad. Si no somos capaces, nosotros, de defender y proteger nuestro entorno, entonces no lo defenderá nadie, y encima es que ni lo merecemos.

Por eso es muy importante que se haga una reunión, o varias, donde se nos explique qué impacto puede tener esta construcción en el entorno natural de nuestro término, así como qué consecuencias provocaría un vertido o una explosión de este oleoducto, qué posibles daños podría esto causar a nuestro pueblo, en nuestra salud, y a nuestro medio ambiente.

La responsabilidad de informar es de nuestros políticos; en sus manos está velar porque prevalezcan siempre los intereses generales a los intereses particulares, en este caso los de una empresa que, como todas, hace sus cuentas.

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Me niego. No quiero una Gerena con unas minas, un oleoducto, una macrourbanizacion...y luego que? Por el bien de unos pocos nos jodemos los de siempre y nuestros hijos. Pongamoselos difícil.

8 de julio de 2011, 16:25  
Blogger J.Joaquín Santos ha dicho...

Si el pueblo no se mueve pondrán eso y más cosas. Si hay intereses económicos y políticos detrás, no duden ustedes que lo harán y el Ayuntamiento se unirá al proyecto el primero.

Espero que la UNESCO tumbe este disparatado proyecto pensando al menos en Doñana.

Un saludo...

9 de julio de 2011, 0:13  

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