Irreconocible
Al final, ni siquiera nosotros sabemos qué fue lo que ocurrió; tú dijiste un buen día que aquello no era amor y yo no tuve ganas de demostrarte que sí lo era.
Y ahora, míralo: entre los dos le dimos tal cantidad de palos, como si fuera una estera vieja, que ya no le queda un solo sitio donde pegarle; quién lo ha visto y quién lo ve; irreconocible amor.
Etiquetas: Cosas mías
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