lunes, noviembre 10, 2008

Preguntas imposibles.


La muerte viene con pies descalzos.
No necesita mirada, no quiere verse.
Llega sola apestando el viento.
Es incansable y paciente, no sabe de relojes.
No le importa las estaciones, ni los números del calendario.
Come de nuestro mismo plato, sin ser invitada, sin ser servida.
Desde que nacemos nos persigue, pues para ella no existe más fin que el suyo.

Hoy mi pequeño me preguntó justo antes del cuento;
- Papa, ¿Por qué los animales que van al cielo ya no vuelven?
Al principio no lo entendí o no quise entenderlo; - ¿Cómo?

Y siguió con su pregunta imposible; - Papa, la canaria blanca que ya no está, el perro de la tita que se cayó por el balcón, ¿Ya nunca pueden volver del cielo?, ¿por qué no vuelven más con nosotros?

Y duró tanto mi repuesta, y estaba yo tan lejos de encontrarla, que por fin me desdeñó con algo de insolencia, dándome por inepto, torpe por no saber una pregunta tan fácil, así que me pidió que le contara el cuento de una vez.

Después cuando ya terminé y le pedí que se durmiera, me lo comí a besos, pegué mi boca a su cara y quise besarlo durante horas.
Mi mente estaba puesta en su condena y en la mía. Me sentí desolado, pues la vida que le di a mi hijo no es dada sino prestada, y porque cualquier día volverán más preguntas imposibles. Las mismas que un día, siendo niño, me devoraron y de las que aun hoy me defiendo.

A veces no sé si me defiendo o si es una interminable retirada.

Muerte no seas hija de puta, búscame cuando duerma o cuando ya no te tema.

Etiquetas:

4 comentarios:

Blogger José Manuel Martínez Limia ha dicho...

¿Qué más, qué dirás, adónde irás
sin mí? ¿No seré yo,
muerte, tu muerte, a quien tú, muerte
debes temer, mimar, amar?

Son unos hermosísimos versos de Juan Ramón Jiménez en el tono epicúreo que tanto me gusta. No deberíamos temer a lo que nos ocurrirá seguramente.

10 de noviembre de 2008, 23:35  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

!Que bueno el verso!.
!Que bueno Juan Ramón!

Ahora a echarle cojones u ovarios al asunto.

¿No seré yo muerte, tu muerte?

10 de noviembre de 2008, 23:47  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Si hay respuesta para eso, pero no nos gusta. Así que mejor invertarnos algo, un cuento quizá, una ilusión. Pero en el fondo todos sabemos lo que pasa. Volvemos a ser lo que fuimos antes de nacer, con la salvedad quizá de quedar en el recuerdo de alguien.
Deja la muerte Aureliano, déjala, a ver si se olvida de nosotros, un buen tiempo al menos. Que aún dudando de lo que pueda ser, siempre va a ser mejor estar vivos.

11 de noviembre de 2008, 17:19  
Blogger J.Joaquín Santos ha dicho...

Que bueno!! Preguntas imposibles, si.....preguntas imposibles...joder, que duro es vivir. Te traen aquí sin pedirlo, y te dejan sólo como a los cristianos cuando le soltaban los leones en los anfiteatros romanos.....sólos cara a cara ante la muerte....Mi abuela recitaba: Pum, pum, ¿quién es? la muerte;pues espera un poco...!! No me espero ni por tí ni por otro.....!!!!! Que hija de puta la muerte.......

24 de noviembre de 2008, 1:45  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio