jueves, agosto 20, 2009

Armados contra los pobres, (Texto que me envía un colaborador)



Disculpen la molestia: armados contra los pobres.

Eduardo Galeano, Cubadebate

Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles?
¿Por qué son intocables las cinco potencias que tienen derecho de veto en Naciones Unidas? ¿Ese derecho tiene origen divino? ¿Velan por la paz los que hacen el negocio de la guerra? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Sin despreciar a los narcotraficantes, ¿no es éste también un caso de “crimen organizado”?
Pero no demandan castigo contra los amos del mundo los clamores de quienes exigen, en todas partes, la pena de muerte. Faltaba más. Los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles.
Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, ¿por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina 3 millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren 15 niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?
¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener, y quien no tiene, no es?
¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías? Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuan do la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres, y también insoportable para los terrestres que todavía queremos, contra toda evidencia, sobrevivir: los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta
y a todos sus habitantes.
Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo quien fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial. Y en tren de implantar la pena de muerte, ¿qué tal si condenamos a muerte al miedo? ¿No sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.

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4 comentarios:

Blogger Belén ha dicho...

Y cómo mueren a causa de que no llegan las vacunas ni los medicamentos... vamos, que me doy vergüenza muchas veces...

Besicos

20 de agosto de 2009, 22:12  
Anonymous José Juan del Valle Ramírez ha dicho...

Muy interesante esta entrada, me hace recordar el trabajo de Urlich Beck "La sociedad del riesgo mundial.En busca de la seguridad perdida".

El miedo es el mejor arma de control social y más allá de cualquier justificación de base biológica, es una construcción social y cultural, que favorece a quienes tienen el poder, que son quienes revelan los miedos a los que se debe enfrentar cada sociedad, o lo que es lo mismo, quienes son los enemigos de los que hay que protegerse y que llegado el momento incluso habría que aniquilar. La sociedad posmoderna (capitalista y global para entendernos)se basa en el miedo, podriamos denominarla como la cultura del miedo, donde los peligros acechan en todas partes y cualquiera es una amenaza en potencia. La pregunta que habría que hacerse y que en parte ya responde el autor de la entrada es ¿A quien interesa una sociedad atemorizada, quien se beneficia de eso?

Saludos.

20 de agosto de 2009, 23:58  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Gracias Belén y José Juan por vuestros comentarios.

Creo que la gran fuente del miedo es la televisión. Pero a la vez es este omnipresente invento el que además, queramos o no, cohesiona nuestra sociedad; ¿Cómo podríamos entender, por ejemplo, que nos sintamos andaluces, gallegos, valencianos, canarios... todos del mismo saco si no tuviéramos el mismo telediario? Y me atrevo a más; ¿Cómo nos llegarían otras importantes fuentes de conocimientos como la fauna, los paisajes del mundo, la forma de vivir de otras culturas, las grandes maravillas de nuestra existencia, si no nos llegaran esos magníficos documentales atraves de la dichosa caja?

Resumiendo; ¿Nos quita la televisión más que nos da, siendo ésta la herramienta principal para meternos miedo?

Habrá que ir pensando en crear un post de este tema.

Saludos.

22 de agosto de 2009, 10:20  
Blogger J.Joaquín Santos ha dicho...

Esta carta es la leche Aureliano!!
Aunque sea triste, es la realidad del mundo!!
Triste realidad...
Un saludo...

25 de agosto de 2009, 23:06  

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