sábado, mayo 07, 2011

¿Hay vida antes de la muerte?


Eduardo Punset encontró en una pared del metro de Nueva York una frase que decía: “Is there a life before deaht?”, ¿Hay vida antes de la muerte? Y creo que la dichosa frase tiene su miga. Podría dar motivos para escribir un libro entero; el nacer, el morir, el importante paréntesis intermedio... ¿y luego...? ¿Para qué preocuparse por el luego? Coincido con Punset que deberíamos interesarnos por el ahora, por lo que sabemos que nos está pasando en el presente, o quizá, como mucho, por los años que nos quedan todavía por vivir, e intentar hacer de nuestro tiempo un aliado y no un enemigo. Es de una lógica aplastante preocuparse por si hay vida antes de la muerte y no después. De qué sirve preguntarse si hay vida después de la muerte si no se aprovecha el tiempo de esta vida, la que va desde el nacimiento hasta el final; aunque para unos un punto y final y para otros un punto y seguido.

Puede que con esta afirmación estemos dando por inútiles importantes campos de nuestra cultura: la teología, la religión... cada individuo es libre de pensar lo que quiera, y si hay personas que necesitan tener en la mente estas cuestiones del después de la muerte, para mí es del todo respetable, aunque dudo que sirva para algo.

Precisamente por esto, por centrarme en lo vivo y olvidarme de lo espiritual, pienso que la construcción de la vida es un proceso increíblemente complejo y desconocido, pues con todos nuestros avances tecnológicos, nuestros logros en los campos de la bioquímica, la genética... somos totalmente incapaces de fabricar la vida. No digo que no seamos capaces de engendrar un ser vivo semejante a nosotros, lo que trato de subrayar es que sólo se pude fabricar un ser vivo si dejamos a la Naturaleza, de forma autónoma, que lo haga por nosotros. Si pusiéramos toda nuestra inteligencia, después de una evolución de millones de años, en la empresa de unir diferentes elementos químicos no podemos, hoy por hoy, lograr que aparezca nada vivo. Por tanto estamos, en este asunto, a la altura de una escherichia coli, de una simple bacteria; ella y nosotros, respecto a un nuevo ser vivo, podemos crearlo, pero no sabemos hacerlo.

Que la vida sólo pueda ser creada por la propia vida de una forma autónoma, desde la noche de los tiempos, me parece algo realmente fascinante.

Somos capaces de hacer hijos, pero para ello hay que dejar que nuestro cuerpo trabaje por su cuenta; fabrique espermatozoides, óvulos, hormonas, enzimas, reordene los genes y cree una nueva combinación diferente a cualquier otra, y todo, de una forma que no controlamos y que sabe hacer nuestro cuerpo por sí solo.

Es aquí dónde aparece una de nuestras grandes dudas existenciales: si la vida sólo se puede crear de otra vida, ¿cómo se creó la primera forma de vida?

Para contestar a esta pregunta tenemos dos opciones: o decir que la vida la creó Dios o decir que no tenemos ni idea. La primea explicación es bien sencilla, simplista, y poco o nada aporta: el Dios crea la vida y la vida evoluciona. Se rinde el razonamiento, gana la fe y nos quedamos tan panchos. En cambio la segunda opción, en la que admitimos nuestro desconocimiento, deja un campo enorme abierto a la búsqueda de importantes respuestas; ¿cómo es posible que unas moléculas se unan y formen una estructura tan inestable y compleja cómo es un ser vivo? ¿Cómo pudo pasar aquello de una forma espontánea y hoy seamos incapaces, utilizando las mismas moléculas, de generar un ser vivo? En definitiva; conocemos las piezas del puzzle, conocemos el puzzle terminado, ¿seremos capaces algún día de pegar esas piezas?





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9 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

¿ Qué es lo más importante para ser feliz en esta vida ?
Punset, contesto con la frase "Hay vida antes de la muerte" y añadio a su respuesta que es esencial enamorarse y amar para ser feliz, "quien deja de enamorarse envejece y muere".
Entonces lo importante son los puntos y seguidos que se encuentran justo en medio... entre el nacimiento y la muerte, después de esta ¿ qué nos importan ?.
Sin lugar a duda lo importante es el AHORA, porque en realidad mañana no sabemos que va a pasar.....

Un abrazo.

Sargantana.

7 de mayo de 2011, 23:26  
Anonymous jmmlimia ha dicho...

Saludos compañero. Sólo tres cositas:

a) Me encanta que cada vez entre aquí más gente nueva y diferente haciendo comentarios de calidad. Si alguien te ha hecho alguna publicidad desinteresada, empieza a merecer la pena.

b) Respecto al final de la entrada, recuerdo, de memoria, que Saramago escribió algo así en su El Evangelio según Jesucristo: ni tú puedes hacerme todas las preguntas ni yo puedo darte todas las respuestas.

c) Se me olvidó escribirte en tu anterior entrada que creo que es lo mejor que te he leído hasta ahora.

Un abrazo.

8 de mayo de 2011, 20:10  
Anonymous José Juan del Valle Ramírez. ha dicho...

Salud a tod@s.

Hola Aureliano, como siempre "procesos o resultados".

Personalmente prefiero los procesos, lo incompleto y todo aquello que permite una nueva aportación.

La muerte en realidad no es más que una percepción y una valoración de la realidad, una negación de que sean otros los que continuen mientras uno desaparece, de que algo nuevo pueda surgir y que pueda sobrevivir por si mismo. Pero a veces nos puede el miedo a perder el control sobre las cosas, como si las cosas nos pertenecieran, como si fuesemos los primeros y no quisieramos reconocer que antes de nosotros ya estuvieron otros y que serán otros los que vengan después.

En cualquier caso, pienso que hay vida antes y después de la vida, pero que ni una ni otra nos pertenece, todo tiene su tiempo y aquí sólo estamos de paso.

Saludos.

8 de mayo de 2011, 20:16  
Blogger Pelayo ha dicho...

Si comparamos la evolución que hemos desarrollado como especie durante millones de años y la situación social en la que nos encontramos, pienso que la vida llegó a la tierra de forma extraterrestre.
De alguna forma, seres de otro planeta dejaron aquí la semilla para que floreciéramos y durante todo este tiempo hemos sido observados, estudiados y seguidos como si de un programa de "Gran Hermano" se tratase.
Si, creo que es eso. Somos el programa de entretenimiento con máxima audiencia de la televisión marciana, los hazmereir de alguna civilización que está ahí a la vuelta de la esquina.

Un abrazo canalla

8 de mayo de 2011, 20:41  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Muy interesantes aportaciones me hacéis y que recibo con mucho agrado. Creo que cuando los comentarios son como los vuestros, de esta calidad, entonces me siento recompensado por esta inquietud de escribir, que es común a todos nosotros. Y aunque hay mucha gente que nunca deje comentarios, esto no significa que no disfruten también con estas lecturas.

Sobre el después, creo que sí sé lo que pasa: la muerte no existe como tal, la vida desaparece pero la materia, de la que estamos hechos, perdura eternamente. Por tanto el medio recupera lo que éste nos dio; deberíamos desdramatizar el fin de lo que somos y el paso a ser otra cosa distinta.

Sobre los halagos recibidos, amigo Limia, decirte que me congratulo de poder ser lector de mis lectores. Y gracias a estos halagos pienso que se me hace cada vez más difícil escribir la última entrada, pues uno se siente feliz creando, siempre que crea que lo que hace merece la pena.

Amigo Pelayo, me has dejado hecho polvo pensando que pudiera ser el mundo un plató de Telecinco a gran escala. ¡Qué mierda! Que la vida pudo venir de otro planeta no despeja muchas dudas, pues entonces nos tendríamos que seguir preguntando: ¿cómo se creó la vida en el otro planeta? Pero bueno, pudiera ser que fuéramos resultado de un mal experimento.

Dices José Juan que la vida no nos pertenece y ahí discrepo. Cada uno es dueño de su vida, quizá sea en realizad de lo único, lo verdaderamente único que se posee: la vida.

Ahora, sólo podemos poseer una vida: la nuestra. No somos dueños ni siquiera de la vida de nuestro gato, ni de la vida de nuestra pareja –lo digo por la violencia de género- es más, y con motivo de un asunto de actualidad; no somos dueños tampoco de la vida del mayor terrorista del mundo. Pero en fin , creo que esa es otra historia.

Un abrazo compañer@s, nos leemos.

8 de mayo de 2011, 23:51  
Anonymous José Juan del Valle Ramírez. ha dicho...

Salud a tod@s.

Bueno, pero puede que esta sea la razón de por qué haya quien crea en la vida despues de la muerte, por esa especie de aferración a la vida que pertenece al individuo y no a la especie humana a la que formamos parte.

Quise decir en mi comentario que el individuo y las cosas e ideas que produce, forman parte de una cadena que ni empieza ni termina en si mismo, sino que forman parte de procesos en los que de alguna forma todo continua.

Pienso que en el fondo coincidimos en los esencial.

Saludos.

9 de mayo de 2011, 9:56  
Blogger Harry Villegas Pombo ha dicho...

Afirmar que la respuesta: "la vida la creó Dios" ni es simplista ni sencilla. Es al menos atrevido, pues a esa respuesta dogmática y con la lógica de un niño de cuatro años, podríamos preguntarnos... "y entonces ¿Quien creó a Dios?"

10 de mayo de 2011, 23:37  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Querido amigo Harry decir que la vida la creo Dios, es como decir que los niños los traen las cigüeñas. En ambos casos se da la respuesta para dejar un asunto por zanjado. Por eso me parece simplista, porque si el niño pregunta y quién creo Dios, le responderán que Dios ha existido siempre. O te lo crees o no te lo crees, pero se acabó el razonamiento. Un abrazo.

11 de mayo de 2011, 15:36  
Blogger La sonrisa de Hiperion ha dicho...

Tardecita de sábado, y esto parece que vuelte a funcionar. Siempre un placer volver por aquí.

Saludos y un abrazo.

14 de mayo de 2011, 20:54  

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