La deuda
Quién pudiera, quién supiera,
cualquier día, cualquier noche...
Que tú pagaras, que yo cobrara,
cada beso que me debes...
Que en mis bolsillos tu deuda crece,
pero no es del rojo que nos preocupa...
Es del rojo de la fruta y de los labios.
Dulce planta, nocturna, acariciada.
Quién pudiera, quién supiera,
cualquier día, cualquier noche...
Invertir en el capital de tus besos.
Y que tú pagaras, y que yo cobrara.
Etiquetas: Casipoemas.
1 comentarios:
http://www.youtube.com/watch?v=SMP40yjFi00
Saludos.
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