lunes, enero 21, 2008

Contemplando esta piedra milenaria de la Fuente de los Caños...


Bonita está la Fuente de los Caños, bonita como siempre ha sido, coqueta y acogedora.
La Fuente de los Caños parece que siempre te espera, que siempre se alegra al verte.

Aunque lejos quedaran los años en que los caños brotaban, caudalosamente sanos, con ganas de llenar cántaros, lebrillos, cantimploras.
Ahora, dos mil años después, el caudal es marchito, escuálido. La fuente va dejando de serlo, porque la especie humana, es mucho lo que ha destrozado y arrasado en el último siglo.
Los hombres pisamos la tierra con ganas de su suicidio. Con odio a todo lo que no signifique nuestro inmediato provecho. Sin importarnos nada el futuro que supere a nuestra propia generación.

Y algo ha pasado, cada vez se ve menos agua, no se si será por un clima alterado, o por una construcción desmesurada, lo que sea, ha mal herido a nuestra fuente.

Y mira que no quería hoy hablar con tristeza, y mira que no quería ponerme otra vez a melancolizar, pero contemplando la foto de esta piedra milenaria de la Fuente de los Caños, me acuerdo de las ausencias; de ese agua cristalina que tantas veces bebí; tan dulce, tan fresca, y que gereneros y viajantes, de todas las épocas, utilizaron para curar su sed.

Recuerdo la frondosa alameda, los mastrantos, los juncos, los álamos altos llenos de pajarillos cantores. También solía haber chatarra, siempre hubo cafres en nuestro pueblo.
Hoy esta muy limpia, pero apenas sin agua, toda ella muy bien vallada, pero sin pájaros. No les quedó mucho sitio a los pájaros.

Echo de menos los charcos, la hierba, los insectos, el fango, las sanguijuelas, los abejorros, las avispas, los caracoles, las abejas, las babosas, los cienpiés y las ranas, ¿donde se fueron las ranas? Cuando, en las noches de verano, dormíamos todos en la azotea, se podía escuchar su croar, su canción, la melodía de los abarcones, la dulce música del amor entre los ranos, y también se extinguió.

No tendremos más remedio que comprarnos un "compact disc" con el croar de las ranas, con el canto de los pájaros, con los borboteos del agua.

Lo siento, hoy no quise ponerme triste pero... ¿Cómo expresarme ante una Fuente de Los Caños bonita, como siempre lo ha sido, pero herida de muerte?

A.Buendía.

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