domingo, febrero 24, 2008

Cuando la calle era nuestra.



Ni la Wii, ni la Play y menos aún la X. Box. Nada tan emocionante como cazar arañas callejeras. Nos poníamos a escudriñar las llagas, entre los adoquines, buscábamos la inequívoca huella, la señal del nido, todos tirados por el suelo, cuando la calle era nuestra.

Por fin encontré un tapón. La casa de la señora araña, disponía de una puerta redonda y sedosa, camuflada con su color de tierra, con un palito la levantábamos y aparecía el túnel vertical, oscuro y misterioso, entonces con la flor del jaramago, transformada en nuestra particular caña de pesca, incordiábamos al bicho hasta que cabreada salía de la casa con ganas de bulla. Fuera la esperaban siete chiquillos jubilosos, desconocedores de las más elementales reglas de los derechos animales.

Una vez que todos teníamos nuestra araña propia, sonrosada, gorda y amenazante, comenzaba la competición. Dos mil años atrás nuestros antepasados en Itálica presenciaban algo parecido, ellos entre semejantes.

Nuestros gladiadores de ocho patas, se enfrascaban en una cruel lucha, con el premio de la libertada y vida para la vencedora, y la muerte o la mutilación para las perdedoras.

Terminado el combate, en aquel solar solitario, entre ortigas y rompesallos yacían las tubas de seis pobres gladiadoras, todas redonditas, con su cruz arañada de tierra. El campo santo de las arañas luchadoras.

En la calle, entre los adoquines, al oscurecer, otras arañas insensatas, se felicitaban al encontrar vacías las casas de las arañas muertas. Se instalaban, tejían una nueva puerta de seda y tierra, decididas a convivir con los cruentos niños del barrio. Con la intención de continuar en la subterránea disciplina de las arañas callejeraa. Su misión; sobrevivir y criar mas arañas gladiadoras. Su esperanza: Que los niños de la calle prefirieran por muchas veces cazar grillos, renacuajos, lagartijas o lo que fuera. Pues aunque irremediablemente su destino era estar bajo tierra, preferible que el cielo de las arañas espere.


A. Buendía.

Pd: La Araña de la foto, es una araña lobo, no es de la misma especie que las de la entrada.

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1 comentarios:

Blogger francisco romero ha dicho...

Aureliano, en este aspecto estoy contigo. Me cansa el bipartidismo. Es algo que aburre y además no es bueno para una sociedad y menos la española, que se deja engañar facilmente por las falsas promesas. Muchas veces, después de escuchar a unos y a otros, llego incluso a pensar como hay gente tan inteligente, que se dejan engañar tan ridiculamente, por dos personas que solo hacen engañarnos, prometiendonos regalitos. Si uno te da un búcaro de barro, el otro te lo alicata por dentro.... No hay más opciones que estos dos... pues yo creo que sí, y además muchas. Un saludo. y seguiremos luchando por intentar cambiar esto un poco noo? francisco romero.

27 de febrero de 2008, 8:08  

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