lunes, junio 30, 2008

Algo pasó en el camino que no me deja quererlos.


No sé quién me arrebato estas ganas de gritar por mi bandera, pero por más que quiero no las encuentro. Lo intento. Las busco. Me gustaría nacieran en mi, una sola pizca, con eso me conformo, algo de cariño al amarillo y al rojo patrio.

A veces me pregunto si esa falta de afecto es por esa bandera o por todas. Pero claro, con la de Blas Infante la cosa varía, vaya si varía.

Yo de niño preguntaba: -¿Por qué cuando sacan el paso no ponemos nosotros la bandera de España en el balcón?.

Y me fueron explicando cosas, cosas que entonces no comprendí, pero luego... lo supe; aquellos fueron los colores del ganador de una guerra. Y la propia muerte, guadaña en mano, utilizó aquel estandarte, en nombre de Dios y de todos los santos, para hacer España grande y libre.

Pero el dolor no se borra echando un águila a volar, siempre se queda, como el cieno podrido del fondo.
El miedo se agarra por dentro, en los hígados, en las paredes de los estómagos, ahí se mete, mordiendo las tripas de los que murieron y de los que quedaron vivos; de los huérfanos, de las viudas, de las hermanas camino de la Ranilla clamando a la providencia un alivio de su peso.

Nada se olvida si no se quiere, o si no se puede, y este recuerdo antiguo no se acaba de marchar. Se quedó preso en un pliegue del ADN, y ahí lo tengo.

¿Y la culpa?. ¿Es mía?, ¿de mi padre?, ¿de mi abuelo o de mi abuela?, ¿de áquel que estuvo preso en el penal del Puerto?. ¿Es de esos patriotas que pegan la bandera en el culo de sus autos?, de ellos, tampoco.

Esos colores tuvieron que ser borrados, por vergüenza. Esos y todos. Pero no se pudo, no se quiso, no se intentó, ni idea. A estas alturas...

Ya conmigo no hay solución. No me gustan y son los míos, alguien me robó ese amor. Algo pasó en el camino que no me deja quererlos.


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6 comentarios:

Blogger francisco romero ha dicho...

Vivan!!! me encantan tus palabras sobre el tema. Esa bandera que cuelga de todos los edificios públicos...no llega a convencerme. Desde chico siempre ha colgado en la pared de mi cuarto la bandera de tres colores, con un tono moraete...pero con el paso del tiempo, aunque la lleve en el corazón, me doy cuenta de que en mi vida no hay ni bandera, ni dios, ni amo.
Un saludo

30 de junio de 2008, 8:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

pues yo no estoy de acuerdo, y no es porque olvide, se lo que fue la represion franquista y la utilizacion de la bandera, pero tenemos que dejar atras el pasado aunque nos cueste y alardear de que somos españoles y no nos de miedo llevar la bandera de nuestro pais, por cierto como hace todo el mundo en su pais.
ya no tenemos que tener miedo a llevarla o a no llevarla, ya todo paso, somos españoles y esa es nuestra bandera,vivan los españoles y españa.

30 de junio de 2008, 12:24  
Blogger José Manuel Martínez Limia ha dicho...

Hemos escrito sobre lo mismo el mismo día. Yo, que soy bastante epicúreo, creo que la mejor posición frente a los símbolos es reconocer sus indudables poderes como fenómenos generales, y mantener un prudente distanciamiento ante los concretos.
En cualquier caso Juanjo vuelve a tener razón: si son de todos, no deberíamos permitir que ningún grupúsculo o secta nos los robe.

1 de julio de 2008, 10:44  
Anonymous Anónimo ha dicho...

y si resulta que todavia hay algunos que nos usurpan esa bandera, y ese sentimiento recordandonos constantemente quienes son los verdaderos españoles y los que no? Yo soy español, y soy y me siento tan patriota como el que mas. Sin embargo no siento devocion por la bandera nacional, pienso como el autor del post ¿de quien es la culpa que yo no sienta devocion por mi bandera?

2 de julio de 2008, 11:23  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Sinceramente, me da igual el color de la bandera que represente a nuestro país. ¿bicolor?, ¿tricolor? ¿arco iris? ¿negra? ¿con la calavera? que mas dá?. No creo que una bandera se merezca ni tan siquiera una discusión en la Bomba, mucho menos que se derrame ni una gota de sangre. ¿como era aquello de que "da igual el color del gato mientras caze ratones"? Lo que interesa es que "la cosa" funcione.
Saludos.

3 de julio de 2008, 12:11  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

No hace falta que yo, como autor del post, añada mucho más, estoy de acuerdo con todos los comentarios, aunque pueda parecer contradictorio.

Si a caso apuntillar, que con la bandera, en la transición, faltó tacto o valentía. Y que se debió elegir una bandera nueva, sin dueños hasta entonces, limpia de recuerdos, para que pudiera ser de todos.

Tendremos que aceptar que varias generaciones crecimos y maduramos con alergia a la bandera de nuestro país, y que esta enfermedad durará lo que dure el enfermo. Lo que escribí no fue más que un sentimiento de desamor, solo eso.

3 de julio de 2008, 19:58  

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