jueves, julio 03, 2008

Desamor de verano.

Quizás la culpa de aquel doloroso amor de verano la tuvo la absurda escunita del Coche de Papa; su cancioncilla, el vaivén, la mirada de aquella niña de la segunda fila. Todo aquello me hizo caer en la más dolorosa y dulce de las experiencias; mi primer desamor de verano. Hecho de plazas, de bancos, olores nocturnos a dama de noche, paseos a la confitería de Pepi para comprar flanes y Petazetas.

Preñado el cielo de blancas estrellas. En las farolas, ajenas a mí, las polillas achicharrándose y las gordas salamanquesas grises de banquete.
El corazón en estampida, y solo miradas.

Todo aquello tuvo la culpa, pues la dulce enfermedad de la adolescencia entró en mi como un tiro, que partiera corazón y sentidos. Que abriera mi persona, en formación, a los caprichos de las calles, de las esquinas.
Sentados en la Barda, aun sin saber del amor.

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4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Cuando he leido el articulo se me ha puesto un nudo en la garganta, me he dado cuenta lo rapido que pasa el tiempo. No se si la sensacion es pena o alegria, pena de haber pasado tan rapido por esa edad y no haberme dado ni cuenta y alegria por los recuerdos que quedan. De todas formas me queda la esperanza de volver a disfrutar esos momentos con mis hijas, esa etapa que es la niñez en la que se descubren sentimientos tan bonitos como el que describes tan bien.
Sigue asi.

4 de julio de 2008, 13:29  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Aureliano. Escribo el comentario para presentar el blog que hemos creado desde la Plataforma Ciudadana para la Información y Participación Pública:
plataformagerena.wordpress.com

De paso felicitarte por las maravillosas fotos que nos brindas.
Ojalá sirvan para concienciarnos a todos de lo importante que es conservar, tal como es, nuestro entorno natural. Sin duda creo que algo calará.

4 de julio de 2008, 17:27  
Blogger tartésico ha dicho...

Querido Aureliano el de gerena,gracias por tu generosidad gracias por deleitarnos con tu literatura, por recordarnos felices épocas pasadas, por hacernos sentir, por emocionarnos.Poca gente es capaz ede hacer eso, y menos gratuitamente.
Leo tus relatos desde que empezaste a escribir, son magnificos, resuman cordialidad y empatía, transmiten buenos sentimientos.
Si hubiesen más Aurelianos de Gerena, el mundo sería un lugar mejor. Gracias Aureliano; un abrazo de tartésico desde la isla Erytheia en el lago Ligustinus.

5 de julio de 2008, 20:56  
Blogger francisco romero ha dicho...

Buuff, cuando recuerdas las noches de verano es cuando te das cuenta que los años pasan. Recuerdo que mi vida ha pasado como un rayo de jugar todas las noches veraniegas por las calles del barrio del PUA, ha comer pipas y flanes de la confi de la Pepi, ha beber litronas en la barda y empezar a fumar, tener vacaciones desde Junio hasta Septiembre,vivir en la urbanización y ahora... ahora una bandeja de tomatitos aliñaos con mi pareja desde la azotea de nuestra cueva, mientras se escuchan las voces de las nuevas generaciones corretear por las calles. ¡Que viva el verano!

9 de julio de 2008, 7:32  

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