Mi día de suerte

La chica hace un pequeño giro para coger mi tarjeta y, qué afortunado, veo por esa raja mucho más allá de lo que ella quisiera enseñarme y de lo que yo pudiera ver. Y siento vergüenza de la buena; un rubor tenso que no me deja disfrutar como debiera del instante, luego, unos segundos después, logro recrearme con la pequeña memoria de lo ocurrido. Como un ladrón que más tarde, por fin, disfrutara de su valioso botín. Desconocida química de un animal lejano que va captando en el aire millones de feromonas invisibles que rebosan mis pulmones y que van entrando, también, en la bolsa de mi compra entre conservas y frutas verdes.
Pero me fijo ahora detrás. Me sigue una mujer que rondará los treinta y tantos largos muy bien cumplidos; es de piel morena, delgada, casi escuálida. Tiene el cabello un poco mojado; seguro que al acabar de ducharse cayó en la cuenta que podía bajar a comprar algo para la cena. Viste vaqueros y una blusa blanca. No lleva más ropa, pues este noviembre sin lluvia madura aun en verano tardío. Y no se puso sujetador; -La libertad también baja al supermercado- me digo, donde sus pechos se bambolean tras la fina tela, como limones que el viento roza.
Ha dejado la cesta en el suelo y empieza a subir lo comprado a la cinta transportadora. Antes pone, entre ella y yo, una poderosa frontera que dice: “Próximo Cliente”. Y de pronto, frugalmente al agacharse, me regala, sin quererlo, una teta; simple y perfecta, limpia y fresca, recién duchada, que se me pega a los ojos, que me hace feliz como un tonto.
¡Qué tarde! Si fuera uno de esos salidos que andan babeando por ahí pensaría que hoy es mi día de suerte.
Etiquetas: Relato corto
8 comentarios:
Me encanta que me sorprendas con estas cosas canalla.
Aureliano estas son las cosas que te hacen seguir pensando en la vida, que el mundo seguirá y que... no tenemos enmienda. Y hasta se te olvida un poco la dichosa crisis.
En fin, me encanta. Sigue asi.
Oh!! Diosa Bene Lux!!
Ji,ji,ji,ji...!!
Muy bueno Aureliano!!
Un saludo...
Un relato de categoria.Ahora cuando vaya al mercadona seguro que me fijo en los muslos de la cajera. A ver si tengo tu misma suerte.Saludos.
Flores y frutas, olores y sabores, mujeres que dejan revolotear su inocente desnudez, que muestran los inicios de jubilosos misterios; la vida, Aureliano, esa es la buena vida.
Uff tio, el texto te ha salido genial y muy sugerente.
Parece que lo he vivido ;)
Un abrazo
Jajajajajajjajaa qué linda entrada, fresca, alegre... me felicito por visitarte.
Vine atraida por tu nick y mi amor a García Marquez... Te regalo una imagen de mi tarde calurosa, en remera (¿playera?)sin más.
Abrazos.
Queridos amigos, ya me considero recompensado con vuestros comentarios. Son tiempos difíciles para la inspiración. Pero aquí ando, alerta, por si viniera. Aunque sea en la cola del supermercado.
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