martes, julio 26, 2011

Engáñenme, os lo ruego





El hambre en África es crónica. Ya he visto, durante años, cientos de periódicos, de reportajes, de fotos; todos dicen que hay niños que mueren de hambre. Y nosotros somos lo que tenemos que salvarlos, nuestra solidaridad. Tengo casi la cuarentena y he conocido no sé cuantas hambrunas ajenas: Etiopía, Ruanda, Somalia, etc... año tras año, sequía tras sequía, nunca les mandé dinero, así que yo, he matado a varios.

Parece que esta es nuestra realidad; envejecer viendo como los niños de África se mueren de hambre. Mañana podré ir a una sucursal del Santander a hacer una aportación generosa, y si domicilio mi nómina vacunarán a un niño gracias a mí. Por eso, por guardarme mi dinero. ¡Qué bueno es el banco! ¡Qué bueno soy yo! ¡Qué buenos los gobiernos! Engáñenme, os lo ruego.

Y los ejércitos, que saben matar, no tienen en sus manuales la lección de matar el hambre, ni siquiera el gusanillo. Saben proteger campos de petróleo y la propiedad privada, saben devolver los títeres a sus democracias, pero no saben hacer pozos, ni plantar trigo, ni meter en la cárcel a las mafias que hacen las guerras en África. Habría que pensar quienes les venden las armas a estos cabrones. Lo digo por ir abriendo boca, aunque no podamos ni cagarnos en sus muertos, porque ya sabemos quienes son los que por sus aramas mueren.

Me huele que el hambre es también un negocio. El de los carroñeros del estraperlo moderno. Que la desgracia, siempre ajena, vende. Pero que no se mueve un solo dedo por cambiar y mejorar el asunto. Me piden solidaridad, toda la vida la misma música, ¿Y el FMI? ese usurero de desgracias... ¿es solidario? “Si no fueran tan dañinos me darían risa”

Lo importante, como siempre, es el maquillaje, aunque el fondo esté podrido, aunque los piojos se harten de comer y de follar bajo los rizos de las pelucas blancas. La vista es el sentido que nos hace crueles. Hoy vemos a un niño muriendo y sentimos lástima. Mañana mueren mil, no los vemos, y nos preocupa más este michelín que crece, o este color de uñas que ya no es nada fashion.

La vista nos hace seres desproporcionados; quizás los ciegos sean por eso más nobles, mas bienaventurados. Por lo menos no se dejan engañar tan fácilmente.




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4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

LLeva toda la vida asi y no cambiará porque los que lo pueden arreglar no quieren. Mientras Europa de miles de millones de Euros para paliar "nuestra crisis" o pongamos otros millones de Euros para que venga el Papa nos refriegan la noticia de Somalia en los telediarios para que nos demos cuenta lo malos que somos.

26 de julio de 2011, 8:13  
Blogger Ars Natura ha dicho...

Cuando veo ese tipo de noticias me indigno mucho. No sé qué decir...
Estoy de acuerdo con vosotros pensando que sucede eso porque unos cuanto quieren. Ojalá estos levantamientos del pueblo que ultimamente están sucediendo lleguen a cambiar también eso y no muera nadie de hambre en este planeta.
Creo que se puede hacer.
Todo es posible.
Sólo hay que proponérselo.

27 de julio de 2011, 8:04  
Blogger Harry Villegas Pombo ha dicho...

Suelo buscar las respustas a las prengutas en los libros.
Si quieres respuestas de África, búscalas en "Ebano" de Ryszard Kapuscinski. Kapuscinski, nació en Polonia, vivió de pequeño la ocupación de su Polonia natal por Stalin, tras la invasión nazi. Fue corresponsal de prensa para la agencia estatal polaca. En su trabajo como periodista vivió los principales acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX, las ansias de independencia de la África Colonial, El fracaso de las nuevas naciones africanas; la tragedia del pueblo palestino, la invasión turca de Chipre, El hundimiento de Presia. Vivió de primera mano un incipiente conflicto en el Cáucaso y el asedio a Nagorno Karabaj. Sus relatos sobre la URSS poststalinistas son impresionantes. También conoció de primera mano la realidad de Centro América y la feroz represión de sus dictaduras.
Se perdió una, la cubana, que sin duda le hubiese gustado cubir, pero creo que conozco la causa: Cuando a principios de 1959, cuando llegan las primeras noticias sobre la toma de Santa Clara y Santiago, en el Kremlin, lo primero que hicieron es cojer un globo terraqueo y buscar donde demonios estaba Cuba (esta anécdota es verídica), por lo que dificilmente una agencia polaca podría enviar a un corresponsal a cubrirla.
Como verás, esdifícil esconder mi admiración por Kapuscinski

27 de julio de 2011, 23:21  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Siempre es un placer recibir vuestros comentarios. Y más aún cuando se aprecia que no son palabras a la ligera; sepáis amig@s comentaristas, que en cierta forma yo, que no cobro por escribir, que ningún motivo me mueve excepto el de abrir desde mi ordenador una ventana a mis semejantes, me siento recompensado con vosotros, con lo que aquí escribís; con vuestra indignación, con vuestro optimismo, con vuestras bellas y siempre interesantes conversaciones. Sinceramente gracias.

29 de julio de 2011, 23:03  

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