domingo, octubre 09, 2011

La primavera breve






El otoño es una primavera breve... si llueve.
Si no llueve es un verano largo... muy largo.
Aún los árboles sestean a las once de la noche,
y se ven marchitos, los pobres, con sus hojas famélicas,
sus lenguas mustias de sed, que se resignan dobladas,
que gimen con un lamento cansado y amarillo.

Las calles... feas, de rastros y de huellas...
de la mugre de los que quedan,
de churretes de orín por los rincones,
de papeles en el aliento de las cloacas;
es el otoño seco un otoño de ciudad sucia.

Y si lloviera, si las aguas vinieran con su esperanza,
este otoño de erial y de esterquera, de basuras y de plástico,
de aceras malolientes, de perros manchados,
de muladares de cenizas, de espinos y de cardos...
todo él se lo llevaría la lluvia, y la hierba bailaría de nuevo,
y los arroyuelos cantarían, con torrenteras, entre guijarros.

Y vendría, si lloviera, la tan querida primavera breve,
primavera corta, con la ebullición de las plantas dormidas,
de las gramas en las cunetas, del despertar de las semillas;
las sinfonía secreta de las raíces y las lombrices de tierra,
de las hojas y los tallos frescos que añoraban las cabras,
del resurgir del verde y del baño alegre de los gorriones.

Si lloviera... y viniera en el agua la primavera breve,
brotarían mil caracoles, de todas partes, por todas las grietas,
entre las piedras antiguas de los caminos...
y bajarían de los cardos, de los postes, de las alambreras,
se unirían todos, todos con todos, devueltos a la vida,
en la fiesta del otoño, y de su corta primavera...

Que si viniera con el otoño su tan preciosa primavera,
llegarían las tardes efímeras de los almendros,
de los álamos de plata y de oro en las riberas,
de los bellos árboles que se desnudan para el sueño;
entrando, un año más, en el cálido devenir del tiempo.

Si viniera, por los regajos, ese agua que tanto aman las ranas...
si regaran las nubes a todas las criaturas y a todos los caminos;
la tierra tendría su olor a tierra; los charcos, olvidados,
cambiarían el polvo tan muerto, por el barro tan vivo.

Agua, agua... que traiga ya el corto otoño de primavera.
Agua, agua... que venga a salvarnos la misma vida.
Que llueva un poco... que luego siga y que caiga clara.




Que venga ya, un buen otoño... con su primavera breve.



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5 comentarios:

Blogger Erna Ehlert ha dicho...

Me parece que nos quedamos sin la segunda primavera este año.

Saludos

10 de octubre de 2011, 22:22  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Que llegue ya!! Se esta haciendo de rogar demasiado esa otonada. Un abrazo aureliano.

11 de octubre de 2011, 22:34  
Blogger Pelayo ha dicho...

Lo bueno de volver es esto... leerte esta y todas las entradas que he dejado pasar.
Ya estoy aquí amigo... con ganas de leer, disfrutar y aprender contigo.

Un enorme abrazo, compañero.

13 de octubre de 2011, 12:49  
Blogger Erna Ehlert ha dicho...

Aureliano,

No eres nuevo para mi.
Hace tiempo que sigo tu blog.
Y me gusta.

Saludos

14 de octubre de 2011, 22:16  
Blogger DANI ha dicho...

A ver si el Otoño te escucha y el cielo llora un poco, porque ya no se ni donde vivo.

Un abrazo enorme

23 de octubre de 2011, 8:51  

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