jueves, marzo 19, 2009

Las Hermandades protegen más a los joyeros que a los niños.

(Estas fotos no son mias)

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9 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

¿Cuantos biberones de leche caliente se hubiesen podido dar a niños hambrientos con lo que ha costado el nuevo manto de la virgen de la Encarnación?
Señores, pregunten cuanto a costado esa joya y dividan entre 30 céntimos. verán que escalofrio.

20 de marzo de 2009, 0:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

El lujo religioso tan típico de la religiosidad católica nunca ha entendido de decoro y solidaridad.

¿Cuánto dinero se habrán gastado la Iglesia y las órdenes religiosas en decoración? Una suma incontable seguramente. ¿Y para que? Pues sinceramente no le veo utilidad, pero supongo que es por competir a ver quien tiene el manto de virgen más caro.

Pero bueno conocidos por todos es la historia. Por cierto, la Iglesia y las Hermandades, grandes compradoras de oro y de joyas ¿Sabrán de que infiernos se sacan? Puede que si, puede que no... Les invito a visitar el Congo.

Un saludo.

20 de marzo de 2009, 0:19  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querido Aureliano, complejo tema tocas¡ Las hermandades siguen una vez mas la politica de la iglesia, pregonan austeridad, reparto, humildad...pero hacen todo lo contrario. En las hermandades nos choca aun mas por tenerlas cerca pero son "el mismo perro". En fin , es un tema para escribir mucho. Sigue asi.

20 de marzo de 2009, 8:15  
Blogger Pelayo ha dicho...

Me hace gracia ver como muchos y muchas de los que chupan capilla a todas horas son a la hora de la verdad más malos que Caín. Si, y es cierto. Supongo que lo hacen como indulgencias. Antes las indulgencias eran para ganarse teoricamente el cielo, ahora sirven para hacer creer a los vecinos que son buenas personas. Indulgencias, indulgencias, indulgencias...eso es lo único que se busca en las hermandades. Indulgencias e hipocresia. ¡Tenemos que darles caña a estos cantamañas!

20 de marzo de 2009, 15:11  
Blogger J.Joaquín Santos ha dicho...

Con el respeto de todas la opiniones aquí vertidas, a mi también me ha parecido un derroche eso de gastar dinero en mantos, orfebrería etc..., pero decir que también desde la iglesia se hacen muchas campañas de solidaridad con las personas más necesitadas, ahí tenemos el ejemplo de cáritas diocesana, y hay muchísima gente trabajando desinteresadamente por los más desfavorecidos. Trabajo en un hospital y veo muchos domingos a monjitas visitando enfermos que no tienen a nadie. Hay muchos albergues de acogida para indigentes que se financia con las colectas de las capillas e iglesias, y muchas personas como nuestra paisana Bele que dedican su vida en otros paises luchando contra el hambre y haciendo el mundo un poco mejor, y que a veces arriesgan su propia vida en lugares donde existen conflictos bélicos. Yo creo que no se puede generalizar tanto y calumniar tanto a la iglesia porque el que haya sectores de la iglesia que estén equivocados, no quita que haya gente muy buena que se merecen todo mi respeto y admiración por su impresionante labor humana.
Un saludo.

21 de marzo de 2009, 15:30  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Claro que hay gente muy buena en la Iglesia, eso nadie lo pone en duda.

Pero su jerarquía vive en el lujo y se sacrifica poco. ¡Y todavía el Papa se atreve a decir en África que no se use el preservativo! Cuando miles de personas mueren cada año de Sida.

La Iglesia es una institución hipócrita, pese a que evidentemente en su seno hay muchas personas de valía.

22 de marzo de 2009, 1:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

creo que estas personas que valen tanto, y son tan buenas por naturaleza, se unen a la iglesia para poder acceder a los sitios donde se mueven,y serían buenas fuera y dentro de esta institución. Pero LA IGLESIA en sí, es una lacra que no hace mas que confundir y frenar los avances conseguidos de la sociedad, lo hace ahora y lo ha hecho siempre, y en esta última semana nos lo ha demostrado nuevamente el papa.

22 de marzo de 2009, 13:04  
Blogger GRUPO GERENA LIBRE Y ABIERTA ha dicho...

Estoy un poco con todos, con kini mayormente. Una cosa es la iglesia y otra las hermandades. Hay que tener en cuenta que TODOS SOMOS IGLESIA.
Sobre todo en España, yo que la Iglesia, dejaría todas las labores que hace desinteresadamente y a ver si el Estado es capaz de hacerse cargo de todo lo que desarrolla la iglesia.
Ahora bien, muchos de los lujos de las Hermandades y de la Iglesia son donaciones particulares, os invito a leer en mi blog, la entrada SEMANA SANTA, SEMANA GRANDE

www.gerenaabierta.blogspot.com
Un saludo

7 de abril de 2009, 13:31  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Primero: No todos somos iglesia, aunque a algunos les gustaría.

Segundo: Cuando la Iglesia realiza labores asistenciales, que debería cubrir el Estado, recibe como cualquier otra ONG sus subvenciones correspondiente.

Tercero: El lujo es vanidad, sea pagado o donado.

Cuarto: A ver que haría la Iglesia si el Estado no cubriera sus gastos de culto con parte de los impuestos que pagamos todos.

Quinto: A ver que haría la Iglesia si el Estado no le pagara su función propagandística y de captación de fieles, que no otra cosa son las clases de religión en los colegios.

9 de abril de 2009, 15:08  

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