jueves, abril 15, 2010

Rotos



Ese osito tarado,
empuja un carro destartalado.
Cadena al cuello, bozal, correa,
cercano el látigo, nunca bromea.

Lo sigue un payaso arrugado
de ojos tristes medio borrados.
Panza gordota, boca sonriente,
pernil manchado de aguardiente.

La gente ríe con alboroto,
el oso arrastra su corazón roto.
Y en el carro salta un chimpancé;
saludando a todos con los pies.

El oso baila, el mono aplaude,
la música suena, empieza el baile.
Ay, qué animales más graciosos,
Ay, qué payaso más cochambroso.

Al final la pista se quedó vacía.
Animales de circo y agonía.

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4 comentarios:

Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Agradezco a los amigos que el fin de semana pasado me dieron distintas pistas para encontrar algunas de estas rimas.
Quizá fui un poco pesado y saqué demasiadas veces la chuletilla del bolsillo donde tenía escrito este casipoema. Pero ya saben la cervecita me inspira.

Aprovecho también para recordar a Gloria Fuertes, y a sus maravillosos poemas de animales.

Dejó una página web de esta gran escritora que tanto me recuerda a mi niñez, por si quieren sentir añoranza.

http://www.gloriafuertes.org

15 de abril de 2010, 23:54  
Anonymous José Juan del Valle Ramírez. ha dicho...

Saludos Aureliano.

Ahora que se acercan fechas festivas y por estos lares no se ven más osos que los que llegan con los circos, habría que fijarse también en los equinos y los toros, que no por ser más abundantes y autóctonos, reciben mejor trato.

Se entienda extensiva la denuncia del maltrato animal, a todas sus manifestaciones.

Salud a tod@s.

17 de abril de 2010, 21:24  
Blogger DANI ha dicho...

Siempre me han dado miedo los circos ;)

Un abrazo

17 de abril de 2010, 23:07  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Porque los animales no son objetos, ni juguetes, ni máquinas sin almas ni miradas.

No podemos quedarnos tan panchos viendo la utilización de animales salvajes en espectáculos circenses, ni a los pobres burros alquilados en las romerías y apaleados como esteras viejas. O los caballos en el Rocío reventados por borrachos desaprensivos.

Me extraña que los ciudadanos, en general, y el movimiento ecologista,en particular, no tomemos más partido en la defensa de los animales maltratados. Creo que tan malo como la tala indiscriminada de árboles es el maltrato indiscriminado de animales.

Sigo sin encontrar justificación en la diversión.

Gracias por vuestros comentarios.

18 de abril de 2010, 21:20  

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