jueves, abril 01, 2010

Pobre Judas



Llegando estas fechas; cuando volvía el olor de las torrijas
y en el armario aguardando estaba, sin estrenar, la rebequita,
y unos zapatos castellanos y un pantalón y una camisa;
!La primavera había vuelto, ya regresaron las golondrinas!
Y los mortales iban entrando, en la estación que da la vida.

Por el barrio suenan; se oyen golpes, un gran ruido y algarabía,
son los tambores que traen los niños, hechos con latas de gasolina;
viejos latones llevan al cinto, tañéndolos con palos de sillas,
por la calle vienen, pasan tocando, la cuesta abajo, la cuesta arriba.

Juegan los niños a ser mayores; procesión ruidosa de pacotilla,
todos en fila, la banda suena, detrás de una mesa camilla,
qué digo mesa, es todo un paso, con cruz de olivo y flores lilas,
con viboreras y jaramagos, amapolas rojas y margaritas.

Y por la tarde, por “soberaos”, buscaremos todos las viejas ropas;
- Este chaleco fue del abuelo, y esta chaqueta, y aquellas botas.
El "Jua" nace hijo de niños, si ríe o llora; no se le nota.
Él va engordando, poquito a poco, con pajas secas y revistas rotas.

¡Metámosle un bote de "fli", o un petardo de los grandes!
!Cualquier cosa; unos trapos viejos, lo que sea, si es que arde!
Porque esta noche morirá el Judas, cuando el cristo ya se guarde,
y resucite en su capilla, y partan cohetes por el aire.

Pobre Judas que ya está ardiendo, y los chiquillos lo apedrean.
En la oscura noche bailan mil chispas y todo huele a “humarea”.



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9 comentarios:

Blogger DANI ha dicho...

No se si decir que me encantó el texto. Porque la verdad es que lo has bordado, pero sigo sin entender de religiones.

En estos días, soy como un sapo perdido en el mar salado ;)

Un abrazo enorme.

1 de abril de 2010, 7:38  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Que tire la primera piedra quien no haya sido Judas alguna vez en su vida.
Saludos

2 de abril de 2010, 12:53  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cuando se llega a la mitad de la vida existencial (año arriba,año abajo),nos dá por añorar la niñez.
Pocos tienen la facilidad de plasmar en un escrito ésas vivencias.
Gracias a tu escrito, he vuelto a vivir aquella época en la calle Amargura, donde todos éramos familia.

JOSUCO

3 de abril de 2010, 2:40  
Blogger J.Joaquín Santos ha dicho...

Como ya te he comentado en otras ocasiones amigo Aureliano, tienes esa enorme capacidad de transportarme de nuevo a mi infancia, que ya nunca volverá, pero siempre me quedará recurrir a muchos de tus post, cuando la añoranza y la nostalgia de mi niñez afloren en mi mente...!!

Yo también me colgue más de una vez esas latas de gasolina...!!

Genial amigo Aureliano...!!

Un saludo...!!

3 de abril de 2010, 11:01  
Blogger LEONARDO ALANIS ha dicho...

Todos corrieron a esconderse. Felipe, muy contrariado, mucho más que contrariado, buscaba, dispuesto a todo, a los responsables de aquella afrenta a la autoridad. Uno de aquellos jóvenes había tenido que ser, no le cabía duda: alguien había cogido su vieja ropa de guardia, habían hecho un "jua" con ella, lo habían colgado y había sido risión de la chavalería y vecindad de la antigua plaza de abastos, en medio de la cual había ardido. De eso hace ya más de cuarenta años... Cosas del recuerdo, algo de lo que fuimos y...somos.

3 de abril de 2010, 11:47  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Hay tradiciones que tienden a desaparecer, creo que es algo inevitable, pues para que aparezcan otras nuevas éstas tienen que dejar sitio.

(Desde luego no cambio yo mi banda de tambores –dígase que una lata de gasolina es un tambor- de mi barrio y mi niñez, por irme a Eurodisney ni harto vino.)


Para mí la Semana Santa tenía su parte más divertida en los “Juas”: Quemarlo era muy emocionante; pero no era sólo eso, también lo pasábamos en grande haciéndolo.

Con tu comentario, amigo Leo, me recuerdas que también tenían su parte satírica o crítica, pues a veces los Juas se convertían en la parodia de distintos personajes de la actualidad. Recuerdo de uno que representaba, por ejemplo, a Tejero, e imagino que los distintos personajes del pueblo, más de una vez, fueron retratados en la figura del “Jua”.

Me pregunto qué personajes de nuestro pueblo de la actualidad pudieran ser candidatos para este menester, pero mejor no, no demos ideas, que se puede convertir este humilde blog en uno de esos lugares breves de los que tan poco gustan a, entre otros, nuestro amigo Limia.

Pero de esto no era de lo que quería hablar, decía que las tradiciones no duran siempre, y creo que eso de quemar los Juas se va diluyendo, qué le vamos a hacer, quizás desde el Ayuntamiento se podría organizar para el año próximo un concurso de “Juas”, pero... ¿Tendría aceptación? ¿Se podría enfadar alguien porque le hicieran un clon?

No, lo mismo esto no es buena idea.


Muy buenas noches, me encanta compartir con vosotros las letras. Volved, por favor, siempre.

4 de abril de 2010, 0:09  
Anonymous José Juan del Valle Ramírez. ha dicho...

La quema del "juas" representa la escenificación de la pena de muerte en la hoguera. Esta práctica inquisidora fue bastante extendida en épocas pasadas y dejó ese reducto cultural o tradición que permite por un dia a la plebe convertirse en jueces y verdugos, de manera simbólica claro está.

Salud a tod@s.

4 de abril de 2010, 23:23  
Blogger Felipe Marín Álvarez ha dicho...

Interesante apreciación amigo José Juan, sobre el simbolismo de la quema del “Jua” con la pena de muerte.

Yo asociaba el “Jua” sobre todo a la figura de Judas: a una persona que se suicida, más que a un linchamiento. Pero repito me parece muy interesante tu opinión que es totalmente coherente.

No sé si además pudiera quedar, en esta tradición de la quema del “Jua”, incluso algún reducto de costumbres o ritos aun más antiguos, anteriores al cristianismo; rituales de culto al fuego o a una deidad pagana, o para celebrar, sencillamente, el fin del invierno.

Todo esto son suposiciones mías. No tengo más pruebas que las de mi imaginación.

Saludos a todos y buenas noches.

5 de abril de 2010, 22:58  
Blogger Pelayo ha dicho...

Lo malo es que por lo que ya sabes, ahora no puedo leerte diariamente. Lo bueno, que cuando te leo, me tiro aquí dos horas de disfrute.
Un abrazo

13 de abril de 2010, 23:19  

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