miércoles, enero 25, 2012

A vuelta de correo



Amigos, amigas, lectores afines o de ocasión, necesito una vacaciones... Esta canción puede ser muy apropiada para poner un punto y aparte en mi humilde blog, para dejarlo en barbecho, para lanzarlo al mar como la botella de un náufrago.

Creo que necesito volver a mis primeras escrituras, a las cartas de desamor que fueran mis primeras notas... seguiré escribiendo, solo que ahora lo haré, o no lo haré... y si lo hago no vendría mal ser un poco más canalla, de todas formas las maletas las llevo muy ligeras... quién sabe lo que tardaré en volver.

No tengo muchas ganas de escribir. Es tarde. Así que me voy sin más explicaciones; perdonen las disculpas... hasta la próxima.

Espero que nos sigamos encontrando... o buscando...

Aureliano.

lunes, enero 23, 2012

Siempre vuelvo






He vuelo, sí, aquí estoy, en este raro mes que, más que enero, es un febrerillo loco.






Vuelvo, con un campo verde plantado al fondo. Con una estación que se repite, que se va endulzando.





Vuelvo, al mismo sitio donde me hicieron. Allí, en el lugar de mis primeras postillas, de mis cicatrices iniciales.



A la misma calle que me despidiera, que me extrañara.
A las cuatro aristas de las esquinitas, de la candelita, la de los zócalos del “un, dos, tres; pollito ingles”, la de los chinos grises de los periquitos de plata. Que tantas veces intenté robarlos con mis uñas -los pobres-, perdían siempre; que si la antena, que si la cola...su brillo de plata, sus polvillos mágicos de periquitos tiernos...se quedaba todo en los dedos.

Vuelvo, ahora, a la misma calle donde jugaba a las bolas;
ya no quedan agujeros, los niños; escasos, ni bolones de acero. Parece que cada vez los niños se den más de puertas adentro. Criaturas raras; los niños, la pandilla de pillos por la cuesta. Van quedando pocos.




Pero vuelvo;
a mi calle. Yo mismo, aún siendo un niño.
Calle Amargura, barrio viejo de la Brujera,
brillantes los adoquines como lágrimas duras. Una misma reja verde del salto de la jirafa y un bote, lleno de arena, rodando y rodando.

Vuelvo, a la noche de mis farolas, a
l cielo nocturno, con su polvo de diamantes, a la sombra de los cables y al viento cierto del barrio alto.

Vuelvo, y todo parece que me esperaba; e
l pueblo siempre me esperaba, y me da sus manos y me abraza, el pueblo...

Vuelvo; para vivirlo, para sentirlo,
para escuchar sus campanas, sus golondrinas, sus grillos en el verano.

Vuelvo, sabiendo que me esperaba,
y eso es bueno; con sus amigos, con sus mujeres, con sus vecinas, con sus vecinos, con la música de sus canales -las pocas veces que llueve-, con sus puertas, con sus rincones, con sus viejos y con sus viejas, con sus bares...





Vuelvo a mi pueblo. Siempre vuelvo.





















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sábado, enero 14, 2012

Cenizas




Ahora que no me quieres
que este amor de pacotilla es de hielo
que el frío entra y sale como un sable
que la casa se va muriendo en cada esquina
que se secan las flores, que se vuelcan las macetas
que no queda nada por preguntar
que nuestro aliento es vinagre.

Ahora que este hombre no es más que un hombre
que mis manos ya no te dan, tampoco te quitan
que no reclamas ni uno solo de mis músculos
que me diluyo por tuberías y bajantes
que mi vieja sombra se evapora...

Ahora, que el tiempo nos hizo mella
que la pasión se hizo piedra en las estatuas
que los óxidos de los relojes nos carcomieron
que las horas pasaron y se pudrieron
que me quedó la nada por mal venderte...

Ahora, que ni sentir ni padecer
que las cenizas son el pan de cada día
que ni valemos ni somos lo que creímos ser...


Ahora que el aire huele a desengaño
que tu desnudo desaparece
que tus formas y pliegues me son vetados
que no puedo respirar por tus olores
que no entro como en la tierra entra el arado.

Ahora... que nunca pensé en este ahora...














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martes, enero 10, 2012

PEDAGOGÍA FRENTE A POPULISMO (Por Carlos G. de Castro)

Esta tarde al llegar del trabajo descubrí, para mi sorpresa, el fragmento de un comentario que escribí en un post del blog de Aureliano Buendía, publicado en el panfleto del PSOE – Gerena. No me parece tan grave que se tomen mis palabras fuera de contexto y sin explicar nada, como el hecho de usar mis palabras para atacar a Manoli Bueno (una buena persona) y por extensión a IU Gerena.

Desde el mes de octubre trabajo en una academia en Sevilla, como profesor de Lengua y Literatura e Inglés, vivo también en la capital y estoy bastante desconectado de la vida política local, por lo que, sinceramente, me ha sorprendido enormemente esta inclusión en la propaganda de un partido político. La noticia en la forma en que está redactada cuanto menos resulta grotesca y por varios motivos:

Hablaba de IU a nivel nacional no a nivel local. En este sentido hago público, - nunca he tenido temor de hacer mis opiniones políticas públicas -, de un malestar en el seno del “campo de la izquierda” - no de los militantes de IU porque no soy militante de esta formación -, por el estancamiento del necesario proceso de Refundación que se había puesto en marcha y está parado. La presentación de Centella como candidato por Sevilla es ejemplo de ello. Lo que el PSOE publica está cortado pues si bien critico el que se presente a este señor – un burócrata del PCE – alabo la incorporación como cabeza de lista por Málaga de Alberto Garzón, un joven economista vinculado al 15M.

Por otra parte a diferencia del PSOE que es un partido “donde la gente se apunta para tener trabajo” y por tanto no interesa el espíritu crítico sino la obtención de cotas de poder, IU siempre ha defendido la libertad de opinión de sus simpatizantes y miembros. El sentido de mis palabras no es muy diferente de las que pronunciara Julio Anguita cuando en 2008 afirmó que “IU murió de ella misma”, haciendo referencia a la necesidad de una refundación. Qué es exactamente lo que yo pido.

En la izquierda las siglas son lo de menos. Evidentemente si lo que se quiere es desarrollar un régimen clientelar, generar inútiles empresas públicas donde meter a los “amigos”, etc. hay que mantener una disciplina en el partido, pues entre mafiosos lo que más se necesita es orden. Entiendo perfectamente que el PSOE, cuyos miembros una vez “caiga la Alhambra” en marzo pasarán masivamente a incorporarse a las listas del paro tengan miedo y usen cualquier medio para desacreditar a partidos que irreversiblemente les van a restar votos. En la actual coyuntura política/social se necesita un frente amplio de izquierdas, que dé cobertura a las nuevas sensibilidades (sobre todo a las nacidas con el 15M) y no hay que tener miedo a derribar, si es preciso, los viejos aparatos o estructuras. La cuestión es organizar todas las fuerzas progresitas de la nación para transformar la sociedad en la senda de la justicia social, el nombre del partido que lo haga es irrelevante. En este sentido pedí la disolución de IU para avanzar en un – sí – Frente Popular que detenga el avasallamiento de los sectores financieros a las clases populares. No sé si mi idea es la mejor, pero estoy seguro de que es mucho peor indultar banqueros.

No tengo ni he tenido ningún problema con IU Gerena, cualquier alusión a lo contrario es una manipulación interesada. Aún manteniendo opiniones muy críticas, siempre las han escuchado con respeto y en contrapartida han expuesto también con claridad sus puntos de vista. De todas formas el respeto a las personas y la lealtad a las personas está por encima del respeto y la lealtad a los partidos políticos. Después todo, un partido político es una mera herramienta para la transformación de la sociedad (si es de izquierdas) o para la defensa de statu quo (si es de derechas).

Sin más un cordial saludo, Carlos G. de Castro.





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viernes, enero 06, 2012

Las aguaeras puestas (palabras de la Adoquipedia)






El día tenía las aguaeras puestas; frío, viento... era un día de Reyes desapacible.
Había una casa, muy sencilla, pocos muebles; la luz entraba por una ventana alargada que daba a la calle. Entre los visillos, de vez en cuando, se veía alguna persona pasar. Y frente a la ventana una mesa de camilla donde una mujer, hacía escasos minutos, había introducido un brasero, y después colgado un aventaor en una pequeña puntilla.

Juanillo aquel día se levantó tarde, y después de un café bebío, se había ensotao en la copa; la badila a sus pies, por si necesitaba dar un meneito; y el calor subía por las piernas del muchacho, dejándolo amanglao, hasta el punto de que su madre le decía: “¡Niño! Que te van a salir cabrillas”. Pero a Juanillo no le importaba nada lo que su madre dijera, y no pensaba moverse, ni por asomo, en un buen rato; pues en verdad tenía el cuerpo guarnío, y el estómago ajilao; seguramente por la fiesta y el baile de la noche anterior. Aunque una vez se movió; para sacar un tizo del brasero. Lo sacó con unas tenazas, y un hilillo de humo lo persiguió hasta el patio. Pero luego volvió a donde mismo, y se quedó asolapao junto al cisco. Y así pasó casi una hora.

De vez en cuando la madre de Juanillo pasaba, lo miraba, y, mientras seguía con su faena, le hablaba, pensando que lo mismo su hijo no la escucharía:

-!Niño!, ¿no ves que se te ha olvidao de fechar la puerta del patio? Este niño, desde luego, está apamplao. ¡No que el aperreo con que se ha levantao hoy!, éste es capaz de llevarse todo el santo día avilanao.

-Mama, no te chulees de mí, que creo que estoy maluscón.
-¿Maluscón?, ¿o más flojo que un vendo? Déjate de vainerías y ponte a hacer algo, ¿para el flete que te diste anoche no estabas malo, eh? – La madre de Juanillo decía todo aquello a grito limpio, se podía oír la retahíla desde cualquier sitio de la calle, no en cambio, tenía fama de ser una buena barbiana, que no se amilanaba por cualquier cosa.
-Mama, yo creo que anoche algo me sentó mal.
-¿Mal? ¿No sería la bolilla que traías en lo alto? Vamos, que hasta te diste un porrazo al entrar, mira el bichueco que tienes en la frente.
-Mama, que no, que no es por eso.
-¿Qué no?, y la barquiná de comer que me dijiste, ¡a quién se le ocurre andar de guisao a esas horas! Vamos que ustedes cuando cogéis un buen plao, es que no lo soltáis hasta que no se termina el último zurugullo. ¿Dónde dijiste que estuviste?
- Mama, ahí en el bujío del Lolo. Anoche estaba empetao.
- ¿El Lolo? Valiente pieza está hecho el Lolo. Desde luego hay que ver con quien te juntas. Allí, en la casa esa, to destroná. Que menuda capuana que algunos cogen. Bueno sin ir más lejos el Lolo, que es un chufla y un prenda, vaya la reata que trae, vamos que el padre del Lolo no hay más que verlo; está apergarao. Y que conste que yo no soy mujer de chafardeo.
-¡Mama, que jacha eres! y no hables tan fuerte, que me duele la cabeza.
-La cabeza te va a doler cuando venga tu padre y vea tu plan; ¡bonito plan! Lo que tienes que hacer es coger el berbetón y tirar pa la Piedra Caballera, que en una zancá te encajas allí.
-¡Pero Mama! ¿Qué quieres que me ponga jileando con la que está cayendo?
-Desde luego vaya niño lamioso, ¡te quieres largar por ahí! El niño este con el manglazo.
-¡Mama, que liberia, cómo me tratas! si te estoy diciendo que no tengo el cuerpo muy católico. Es más, me parece que voy a ir al retrete, que si no la carzoná va a ser menúa.

Juanillo se metió en el escusado, estuvo un largo rato en el trono, y luego salió con mejor color de cara.

- Mama, me he quedao nique. ¡Menuda churralá! Por cierto estoy enmallao, ¿por qué no me haces un cafelito migao?

¡Qué suerte tiene Juanillo! ¡Cuánto vale una madre!

Y el día discurría lluvioso, sordón, con un viento frío y pertinaz. Mañana de invierno entre adoquines.






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