jueves, septiembre 30, 2010

Etimológicamente

P.G.O.U.

POLITICOS GERENENSES ORGANIZAN URBANISMO
POBRE GERENA OTRA VEZ URBANIZABLE
PELOTAZO GENERA OTRAS URBANIZACIONES
PERDEMOS GERENA EN OLA URBANISTA
PSOE GERENENSE OTRA VEZ URBANIZANDO
POLITICA GUARRONA ORDENAN USTEDES

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viernes, septiembre 24, 2010

Bajo mi cama



Con la tijera del vil pescado
te has trasquilado preciosa dama,
pues cercenaste de un solo tajo
la que ahora vive bajo mi cama.

Algunas noches, cuando la lluvia,
brinca y crepita por el tejado,
tu trenza viene como una niña
con frío y miedo desangelado.

Dócil culebra que vela sueños.
Que come pelos que se me escapan.
Que bebe llantos cuando no duermo.
Y poluciones que ya no granan.

Qué suerte tengo, siempre me digo,
de tu serpiente en la almohada,
y pasan horas mientras recito,
a mi culebra enamorada.

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martes, septiembre 21, 2010

Bienvenido Mr. Marshall


No seré yo el que venga a dar lecciones de periodismo - de periodismo y de capar grillos entiendo lo mismo- pero miren, creo que siempre es saludable decir, desde el respeto, lo que se piensa.

Sobre los boletines que circulan, de vez en vez, por mi pueblo lo primero es decir que asumo que son sólo propaganda -algunos más que otros- machacona -todos- y su propósito está, lejos de informar, en mantener a la gente motivada/tensionada
-engañada- entre unas elecciones y las siguientes.

Asumido pues que es sólo eso: propaganda, podríamos analizarlos como si fueran el anuncio de un mejunje que dicen sirve para criar pelos. ¿Será cierto? Depende del número de pelos; – Eh, un momento, ¡si te salen dos pelos, entonces no es mentira! Quizá.

Desde ese prisma –el publicitario- la primera impresión que me dio el último boletín del PSOE –cosa que le agradezco- fue la de la fantástica película “Bienvenido Mister Marshall” del genial Luis García Berlanga.

“ Os recibimos, Junta y Diputación con alegría”
Ole mi mare, ole mi suegra y ole mi tía”

Pues lo pregonan: “Capacidad para buscar recursos”, “Saben arrancar de las administraciones superiores los fondos que financian sus proyectos.”

Esa es la publicidad pero la pregunta que me hago es:
-Si esto es verdad el ayuntamiento no necesitará financiarse, por ejemplo, debiéndole dinero a empresas y a pequeños empresarios. Es decir; si eso es verdad el Ayuntamiento tendrá pocas deudas y pagará a todo el mundo puntual. Digo yo.

Porque gracias a ese dinero que el PSOE consigue “se ha dotado el pueblo de mejores infraestructuras y además se ha creado empleo”. Bueno, creo que mucho empleo no se ha creado; el paro en Gerena es de los más altos de la provincia, eso lo saben hasta los hebreos. ¿En que puesto estará Gerena con respecto al "pleno empleo"? ¿Por la cabeza o por el culo? Esto no se dice en este boletín; no es comercial.

Además no todo ha ido encaminado a la creación de empleo, pues si no, el dineral que se han gastado en el nuevo y precioso recinto ferial. (Una sugerencia: siembren árboles, que a finales de mayo aprieta bien el Lorenzo) ¿Aquello se hizo pensando en crear el máximo número de empleos? Si es así, en obra tan faraónica habrán trabajado casi todos los parados del pueblo, ¿no? ¿Se notó en Gerena tanta actividad?

Por otra parte dicen que gracias a su intervención en la Mina ésta ha ayudado a que el paro en Gerena sólo aumentara un poquito. -Ya empezamos con el vaso medio lleno de todos los políticos-. También se puede decir que la Mina de cobre más grande de toda Europa no ha sido la más grande creadora de empleo. Coño, ya estoy yo viendo el vaso medio vacío. Esto tampoco es comercial.

Después la propaganda dice que podemos todos debatir el nuevo PGOU: eso es libertad; se abre un periodo de información.

A ver, que todos no nos chupamos el dedo, el nuevo PGOU está ya aprobado. (Aunque IU votó en contra e IPEG se abstuvo) Y el equipo de gobierno, con su mayoría absoluta, porque así lo quiso el pueblo, va a hacer el PGOU que le sale del forro. Si tanto les importa la participación ¿por qué no lo debatieron antes? ¿Por qué no lo aprueban con el consenso de la oposición? Blanco y en botella: se aprueba primero y luego que opinen; puro marketing.

Hay muchos más eslóganes repartidos en este último boletín (eso es común a todos), pero hay uno muy grave, que muestra la talla política de aquellos que los suscriben, es el que intenta poner en contra de los policías locales al propio pueblo. Me parece una acción de lo más deplorable el sembrar odio entre los vecinos, y esto los es: puro odio, pues no habla del problema, no analiza las causas, sólo busca que la muchedumbre desprecie a estos agentes públicos. Una forma de gobernar, a mi entender, peligrosa que nada tiene que ver con un partido de izquierdas. De veras que me parece gravísimo.

Pero bueno, ya lo dije, se trata de eso, de publicidad, es más importante vender el producto que el producto en sí: “Beba Coca-cola y no preguntes que lleva dentro”

Suerte que ahora, y gracias a Internet y a algunos Blogs, también esta publicidad machacona nos anima a muchos a participar, a que dialoguemos en libertad y con respeto. Ya se acabó eso de que sólo los partidos participan en la política de nuestro pueblo. Ahora también participamos nosotros, y ustedes.

Al final, pobre Gerena, se me va pareciendo cada vez más a ese triste pueblo de la película de Berlanga.


"Os recibimos, Americanos con alegría..."

La mina de cobre, las promotoras exitosas, las macrourbanizaciones, el dinero de la Junta... Quizá todo ese tren acabe pasando por encima del pueblo. Luego sólo quedará la polvareda, el desengaño, el recuerdo de lo que fue, de lo que pudo haber sido. Y muchas mentiras.









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jueves, septiembre 16, 2010

Carpe Diem y que les den por culo


En algún sitio leí que un pesimista era un optimista bien informado, ¿o tal vez era al contrario? No sé. Sea como sea a un pesimista no se le debe invitar ni a agua.

Y eso lo digo yo; un pesimista a largo plazo y, seguramente, mal informado.

Resumiendo:

1º Los Humanos nos reproducimos a un ritmo exponencial. Somos una verdadera plaga. Y además somos directos competidores con las otras especies.

2º La actividad de muchos seres humanos puede alterar la biodiversidad.

3º Las alteraciones producidas pueden aparecer de inmediato o ser un proceso dilatado que tarde varias generaciones en dar la cara.

4º Todos los humanos quieren vivir al modo occidental, es lógico. O mejor dicho; al modo Estadounidense o Centro Europeo: tener mucho, consumir mucho, viajar mucho, gastar mucho, llegar rápido a todos lados, comer lo que se quiera, etc, etc...

5º Esa forma de vida afecta a la biodiversidad.

6º Con el paso de los años los países emergentes, más todos los que lógicamente vayan mejorando su economía, serán grandes consumidores de energía y materias (al modo mismo que nosotros lo somos ahora).

7º Ese alto consumo de energía, sobre todo de petróleo, y de materiales, producirá grandes cantidades de residuos. (Digamos: mierda)

8º Con el paso de las generaciones el planeta perderá muchas especies y las alteraciones producidas por la actividad humana dañarán a la biodiversidad y harán de la Tierra un lugar más triste.

9º Somos naturalmente egoístas, y nunca sacrificaremos nuestra forma de vida por algo que le traerá problemas a los nietos de nuestros nietos -Estos últimos, dentro de cientos de años, pensarán lo mismo de sus tataranietos-. Al final el Hombre, generación tras generación, irá acabando con toda la biodiversidad que no le sea útil para alcanzar su gran meta:

“ Carpe diem y que les den por culo”

Esta entrada se la dedico a mi amigo Tartésico.
Dichoso tú, que eres optimista.

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domingo, septiembre 12, 2010

Al final de la escalera


Soberao, bendito soberao,
reino de niños sin reyes.

Baúl dorado,
ropas viejas,
disfraces y juegos,
bicicletas derrumbadas.

Zapatos usados, ya sin uso,
jaulas de pájaros olvidados,
antiguas golondrinas pueblerinas,
dejaron nidos abandonados.

Alfajías y tablas,
Tablas y alfajías.
Tejas rotas, lucecillas ciertas,
calor, avispas, crujir de recuerdos.
Ristras de ajos,
juguetes muertos.






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jueves, septiembre 02, 2010

Lágrimas como susurros



Esta mañana, como cualquier persona normal, me levanté bien temprano; las seis parpadeaban puntuales en la radio-reloj-despertador. Me afeité silencioso, como cada día, para no despertar a nadie. Me coloqué ropa de calle y me tiré a un mundo sin amanecer. La mañana era fresca, el cielo constelado; eso me gustó, pensaba en lo agradable de la temperatura y el espacio, mientras andaba camino del desayuno; un café y media tostada que me supieron a gloria, a otros tiempos, a mejores tiempos.

En la plaza estaba el autobús tan diligente como siempre. Me subí a él contento y éste comenzó a rodar calle abajo dejando atrás el centro del pueblo, el camión de la basura, unos jubilados guardando cola a la puerta del consultorio; -con gente tan madrugadora cualquiera ve a su médico antes del mediodía -pensé. Luego, el vehículo salió a la campiña solitaria, oscura y desvaída; pocas cosas destacaban en este páramo que más parece, en esta época del año, un desierto que una tierra de cultivo. Algun tractor ya se afanaba en arar rastrojos; como queriendo enterrar los despojos del maná arrancado. Vi también unos patos volando veloces atravesando la carretera, y una perdiz lejana picoteando la bruma de una linde. Luego, al pasar por los primeros polígonos de la periferia de la ciudad, imaginé dentro a montones de operarios haciendo sus cosas: unos tañendo martillos, otros apretando tuercas, pintando paredes, soldando bidones, remachando pesadas planchas...

Llegué a la estación de Sevilla, los pasillos iban repletos de hombres y mujeres que se estorbaban; algunos tomaban café en una máquina iluminada pobremente, y otros paraban un momento para prender sus primeros cigarros de la jornada. Yo, afanándome en salir pronto de allí, subí raudo los escalones, de dos en dos, hasta llegar por fin a la calle. Sufría cierto desazón por el tiempo, que parecía acelerarse, discurrir más deprisa que la propia gente y lo peor; porque parecía que el propio tiempo se había propuesto adelantarme.

Afortunadamente el treinta y dos llegó a su parada tan sólo unos segundos después de mí. Aun no había abierto completamente el conductor la puerta cuando ya estaba yo dentro pagando mi billete. Al fondo había varios asientos libres, así que me acomodé y suspiré bien hondo; misión cumplida, ya nada me haría llegar tarde.

Pero al poco me quemó una duda como una garra: - ¿Adónde iba ese autobús?
Me intenté calmar, sólo tenía que esperar un poco y observar: “Calle Arjona, semáforo, Puente de Triana, semáforo. Calle Castilla, semáforo, semáforo, Isla La Cartuja, más semáforos. Puente de la Barqueta -este lo pillamos en verde-, Torneo y ¡Calle Arjona! ¿Acaso no estaba dando vueltas? ¿Qué clase de viaje era ese que se hacía repetir, una y otra vez, por las mismas calles, con la misma cantinela? Los mismos puentes, los mismos cruces...

Algo no marchaba bien. Me levanté y le pregunté a un señor con barba: - ¡Oiga!, ¿Dónde para este autobús?- El hombre me miró extrañado y luego señaló, sin hablar y sin volver a mirarme, a un dibujo de encima de la puerta. Y entonces me derrumbé; no me dirigía a ningún sitio, sólo estaba dando vueltas; aquello era un círculo y no tenía lugar donde bajarme ni tampoco llegaría nunca a ninguna parte.

Me puse a mirar por las ventanillas en todas las direcciones y nada de lo que veía consolaba mi malandanza. Así que saqué de mi bolsillo un pañuelo y, aunque quería gritar, lloré susurrando. Y podría haberlo hecho fuerte o chillar, pero no creo que nadie se fijara en mí; el urbano continuó su andar monótono y apremiante. La gente subía, bajaba; los que tomaban asiento al poco se ponían de pié y luego saltaban a las aceras. La ciudad fue con las horas cambiando de luces; desde mi asiento de atrás. Los semáforos, incasables, no pararon de quemarse y de apagarse, y nadie me miraba. Vuelta tras vuelta me fui volviendo invisible hasta que desaparecí. Porque hoy, como tantos otros días, tampoco nadie esperaba nada de mí. Porque estar en paro es no poder decir yo soy.





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